La Jornada 15 de junio de 1996

Borges mantiene considerable presencia literaria en España

``Los autores tienen que pasar, necesariamente, por un purgatorio. Y creo que el purgatorio de Borges va a empezar --el de Neruda también--, y el de Cortázar y el de Juan Rulfo. Pero esos cuatro van a triunfar, se van a quedar: pasarán la prueba del purgatorio...''

Octavio Paz en entrevista con Braulio Peralta

Rómulo Peña, especial, La Jornada, Madrid El escritor argentino Jorge Luis Borges se mantiene en el primer plano de la actualidad, no obstante los diez años de su desaparición física. Con cuatro libros recientemente publicados sobre su obra y su personalidad --y con catorce más en preparación-- Borges convoca al análisis de los expertos, aunque ello provoque, como en vida, agrias polémicas.

Borges. Biografía total (Temas de Hoy) de Marcos Ricardo Barnatán; Conversaciones sobre Borges (Destino) de Carlos Cañete; Borges en Mallorca (Aitana) de Carlos Meneses y Borges, esplendor y derrota (Tusquets) de María Esther Vázquez, configuran parte del escenario sobre el intelectual argentino y sugieren en sus obras, críticas y elogios hacia su entorno.

Uno de los personajes a los que se trata con especial dureza es nada menos que María Kodama, la mujer que fue primero su secretaría y, al final de sus días, su esposa.

Pero como asegura Carlos Cañete, en el fondo, las obras reivindican la necesidad de ``releer a ese gran lector que fue Borges'' y de rescatarle de ``esa especie de entidad abstracta, sin matices y hecha de cuatro conceptos'' en que se le ha convertido.

En Borges, esplendor y derrota, de María Esther Vázquez, obra con la que obtuvo el Premio Comillas de biografía, se presenta a un hombre enamorado de todas las mujeres a las que se les acercaba, incluyéndola también a ella. Barnatán habla de un Borges frívolo en su juventud y Carlos Meneses, sobre el tránsito hacia la madurez, a los 23 años.

En Mallorca --uno de los sitios más exclusivos del turismo español y europeo-- Borges tuvo una vida intensa, como se demuestra en sus cartas, estudios y lecturas, pero también en los juegos, con sus amigos, los bares y sus visitas a los casinos. ``Cuando cerraban el Café de los Artistas en el que se reunían, iban a un famoso burdel. El lo justificó más tarde en un artículo, diciendo que era un sitio tranquilo. No puede saberse si iban sólo por eso; pero su artículo demuestra un buen conocimiento del local''.

Barnatán y María Esther Vázquez coinciden en el gusto loco por las mujeres. ``Se enamoraba locamente'', dice María Esther Vázquez. Pero disienten en el papel que jugó María Kodama. El primero dice que con ella encontro ``la felicidad'', mientras María Esther asegura que ``tengo pruebas para señalar que Kodama se apodero de él y le llevó a morir donde no debía. El tuvo que haber muerto donde tenía sus cosas a mano''.

Hace unos meses María Kodama organizó en Madrid un curso sobre Borges y al final precisó que para ella, el escritor ``seguía vivo''. Un hecho que confirman los lectores actuales de Borges, Kodama, dijo entonces que ``me produce una renovada emoción ver ese interés... su obra es tan vasta, tan importante, que el interés que despierta es múltiple y supongo que se va a mantener''.

En eso no se equivoca María Kodama, porque hay en todo el mundo dieciocho biografías sobre Borges y a ella le parece que mucha gente se aprovecha de la fama del escritor, para sus fines personales.

María Esther Vázquez --quien llegó de Buenos Aires para presentar en Madrid su libro ganador sobre biografías-, reconoció que publicó la biografía sin ocultar algunas críticas, pero sin recrearse en ellas''. Recuerda que fue amiga suya y lanza dardos envenenados hacia algunas de sus rivales, como Estela Canto, autora de Borges a Contraluz, Elsa Astete --su primera mujer-- y María Kodama, aunque reconoce como esta última, que ``lo más importante es la obra de Borges''.

``Tengo un cuarto lleno de libros sobre Borges --dice María Esther-- y un archivo que me permitiría escribir otros tres o cuatro libros más sobre Jorge Luis Borges''.

Pelo gris y un dejo argentino característico, puntualiza que ``me he ido preparando para escribir este libro''. Lo conoció a los 16 años, cuando entró en la facultad. ``Y el me dió el sentido de la humildad. Fue un mujeriego, porque estaba enamorado de dos mujeres a la vez. Llego incluso a llamar a la gente doce veces al día y al final les proponía hacer un libro juntos. Sin embargo, hay señoras que nunca hubieran escrito nada, algunas eran muy inteligentes y otras, un verdadero zoquete. Pero tenían algo en común: eran muy lindas''.

A pesar de todo, ``Borges tenía escasa suerte con las mujeres y mucha suerte con la literatura''.

``Borges --añadió-- tenía el arte de la seducción que tienen los hombres feos. Preguntaba si éste o aquel poema estaba ya dedicado a alguna persona''.

María Esther contó la historia de Borges con la chica de la librería que estaba frente a su casa. ``El dueño se suicidió, lanzándose del balcón, por una deuda. Dejó mujer y dos adolescentes. A Borges se le ocurrió, para ayudarlas, a permanecer ocho horas en la puerta de la librería, para firmar libros. Borges hizo esto durante algunos años. También regalaba coplas a los que compraban libros''.

Pero una de las mujeres que más cerca estuvo de Borges, y la que cumplió un papel importante durante 40 años, fue Epifania Uveda de Robledo, la famosa ``Fani''. Esta ama de llaves atendió a él y a su madre, a la que llegó a dar agua con un gotero, y llevaba su agenda. ``Nunca se equivocó en nada y fue muy mal recompensada''.

El libro de María Esther relata el entorno de Borges, centrando muchas de las 350 páginas en fotos y relatos de sus amigos Adolfo Bioy Casares, Manuel Peyrou, Silvina Ocampo, Xul Solar, Fani... Algunas de las fotos que acompañan el texto premiado de María Esther Vázquez, son de Bioy Casares, y como Borges, Premio Cervantes. Según la autora de Borges. Esplendor y derrota, el escritor argentino cambió la manera de escribir en español, ``hay un antes de Borges y un después. Es un caso excepcional, desnudo, descarnó el idioma''.

El Premio Comillas se creó en 1988. Lleva ocho ediciones y ha sido declarado ``desierto'' en dos ocasiones (1989 y 1991). En 1993 lo ganó el escritor e historiador mexicano Enrique Krauze, con Siglo de Caudillos.