Quiere Sedena 150 hectáreas para prácticas en el Ajusco: DDF
Las instalaciones que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) pretende construir en el Ajusco son consideradas como estratégicas --para entrenamiento de grupos en operación-- por sus condiciones climáticas y topográficas, aseguró el delegado en Tlalpan, Alfonso del Río Pintado.
Sin embargo, cada fin de semana, desde finales de 1995, entre 600 y mil 200 soldados realizan prácticas en los terrenos que quieren les cedan los comuneros de San Miguel y Santo Tomás Ajusco.
Por su parte, el Departamento del Distrito Federal (DDF) informó que hay interés de la Sedena en ocupar 150 hectáreas de la zona del Ajusco para un campo de prácticas militares, así como para campamentos.
Asimismo, se informó que la Secretaría de Marina también tiene interés en ubicar en esa zona instalaciones de prácticas. Aunque oficialmente ``no hay proyectos'', sí existe interés de esas dependencias en ubicarse en esa área de vital importancia para la ciudad de México, por ser la zona de recarga de los mantos freáticos.
Sin embargo, el proyecto de instalar un campo de adiestramiento fue considerado como preocupante por el presidente de la Comisión de Seguridad Pública de la Asamblea de Representantes del Distrito Federal (ARDF), Pedro Peñaloza. "Si ahora permitimos una instalación ahí, sin justificación alguna, al rato van a querer meternos cuarteles en la ciudad en la lógica de la militarización y el nerviosismo gubernamental".
En tanto, comuneros de San Miguel y Santo Tomás Ajusco informaron que las instalaciones militares ocuparían 600 hectáreas, cien para campamentos móviles y 500 más para entrenamiento, en las que participarían entre 600 y mil 1800 efectivos.
Del Río Pintado indicó que no se trataría de ningún cuartel, sino de ``instalaciones provisionales mínimas'', en las cuales los militares aprovecharían las condiciones climáticas y topográficas de la zona.
San Miguel y Santo Tomás Ajusco se localizan al surponiente del Distrito Federal, colindan con el municipio de Xalatlaco en el estado de México y los tres poblados se encuentran comunicados por la Carretera Picacho-Ajusco.
Por los pueblos cada viernes o sábado pasan entre 600 y mil 200 soldados a bordo de camiones, para posteriormente instalarse en tiendas de campaña en los parajes conocidos como Llano de Cantimplora y Llano de Vidrio. Comuneros dicen que durante su estancia no se realizan patrullajes ni se impide el libre tránsito por la zona, en donde incluso algunos de ellos han construido cabañas en donde los fines de semana expenden alimentos debido a la afluencia de paseantes.
Luis García Palomares, presidente de bienes comunales, mencionó que desde 1947-1948, en los terrenos que la Sedena desea instalar sus campamentos, no se realizaban prácticas militares.
Sin embargo, desde el año pasado cada fin de semana es común ver los camiones llenos de soldados "que van como de día de campo, marchan y realizan ejercicios, pero nunca se meten con la comunidad", aseguró García Palomares.
Asimismo, informó que el general de División y diplomado del Estado Mayor, Manuel Aviles Pérez, les mencionó que en caso de no aceptar su presencia, podrían trasladar sus instalaciones al poblado de Laguna Seca ,en el estado de México, o a Atlixco, en el estado de Puebla, pero que su deseo es realizar sus prácticas en el Ajusco por estar más cerca del Distrito Federal.
Antonio García Alatorre, tesorero del Comisariado Comunal, indicó que el centro de adiestramiento militar en el Ajusco es sólo una propuesta que ``fue rechazada por el momento", al "no interesar'' a los pobladores.
Entre las causas citó el que la Sedena no hubiera hecho "ofrecimientos interesantes, como una escuela de nivel medio superior, más empleos y alguna obra de beneficio para la comunidad".
García Alatorre mencionó que otra causa por la que se negaron los comuneros a aceptar la petición de la Sedena, es que en los terrenos considerados existen los mayores pastizales y que la ganadería, que es su principal actividad económica, registraría graves pérdidas.
A pesar del temor de algunos comuneros y pobladores por que miembros de las fuerzas armadas deambulen por sus tierras, otros reconocieron que la presencia militar podría beneficiarlos en su lucha por mantener su situación limítrofe y la propiedad de sus tierras, que desde hace años se disputan con pobladores del municipio de Xalatlaco.
Por otra parte, Alfonso del Río Pintado dijo que la Secretaría de Marina no ha realizado ninguna petición de terreno, porque "ya cuenta con instalaciones en la zona del Ajusco, en las faldas del cerro del Xitle, mismas que se encuentran subutilizadas y en donde sólo se tiene destacamentado personal para resguardar el predio que ocupan".
A su vez, Pedro Peñaloza alertó sobre la necesidad de no caer en las tentaciones de la militarización. El problema no es haber designado un general como jefe de la policía, sino el conjunto de acciones que hacen ver que existe una confusión entre seguridad pública y seguridad nacional.
La intención de instalar el campo de adiestramiento militar no debe ser avalado por los actores de la ciudad si antes no existe una justificación plena de la Defensa que lo avale. "No veo ningún argumento que respalde la necesidad de tener un campo de adiestramiento en la ciudad y una primera lectura es que se quiere militarizar la seguridad, si bien ligado a ello es que vaya más alla de la seguridad pública y tenga que ver con formas de control de movimientos sociales''.
(Gustavo Castillo, Víctor Ballinas y Alonso Urrutia)