La Jornada 9 de junio de 1996

Salgado: militares, a los mandos de la SSP

Miriam Posada y Alberto Nájar El nuevo secretario de Seguridad Pública, general Enrique Tomás Salgado Cordero, anunció ayer que los principales puestos de la corporación serán ocupados por militares, aclaró que no se desplazará a ninguno de los actuales elementos y se comprometió con la profesionalización de la policía a fin de que los capitalinos recobren la confianza en ella.


Durante la ceremonia de toma de protesta del nuevo
secretario de Seguridad Pública, general Enrique Tomás
Salgado Cordero.
Foto: Carlos Ramos Mamahua

En su primera entrevista con medios de comunicación, el secretario descartó que la presencia de militares dentro de la policía pueda tener efectos negativos, ``porque nos vamos a regir por los principios donde imperan la ley, el orden, disciplina, lealtad, institucionalidad y una profunda vocación de servicio''. Es por eso que, desde su punto de vista, los capitalinos no deben temer a la política militar en materia de seguridad pública.

Tomás Salgado puntualizó que ``definitivamente'' habrá cambios dentro de los puestos de mando en la SSP, y los más importantes se destinarán a militares. Los policías, empero, no deben sentir temor porque ``no venimos aquí con el ánimo de desplazar a nadie''.

Durante la entrevista insistió en que la presencia militar ``no tiene por qué chocar con la corporación, al contrario, he venido a tratar de fortalecer y, sobre todo, de lograr la profesionalización del policía, además de que la sociedad llegue a tenerle confianza al servidor público''.

Ayer el nuevo secretario se reunió en privado con todos los directores, jefes de agrupamiento y de sector, a quienes hizo ver que su trabajo tendrá como base los mismos principios de formación militar. La reunión se efectuó después de que el regente Oscar Espinosa Villarreal hizo la presentación oficial en la sala de juntas de la secretaría.

El general de División dijo que sería prematuro fijar fechas para lograr abatir la delincuencia; lo que sí se puede decir, advirtió, es que desde este momento la SSP se ha dado a esa tarea y tratará de obtener resultados lo más pronto posible con la participación ciudadana, aunque precisó que en la ciudad de México hay problemas de seguridad que no se pueden atacar de inmediato.

Reconoció que la ciudad de México y sus corporaciones policiacas son muy distintas a las que conoció hace 20 años, cuando fue subdirector general de Policía y Tránsito durante el gobierno del regente Octavio Sentíes, sobre todo por las actuales condiciones socioeconómicas.

Toma de protesta

Durante la ceremonia en que rindió protesta como secretario de Seguridad Pública, Salgado Cordero advirtió que sólo en los casos extremos, cuando se quebrante el orden público y se pongan en riesgo los intereses de las mayorías, se recurrirá al uso de los instrumentos que la ley contempla en estos casos, pero ``sin recurrir a la aplicación extrema de la fuerza''.

Estas acciones coercitivas, ``de las que está investida la autoridad'', se efectuarán una vez que se hayan agotado ``todos los recursos que aconseja la razón, en primer lugar el convencimiento a través de la conciliación y el diálogo''.

Ante el regente Oscar Espinosa Villarreal y los integrantes de su gabinete, el militar reconoció que su principal encomienda es mejorar sustancialmente y en el menor tiempo posible las condiciones de seguridad para los capitalinos. Esto necesariamente se reflejará en las estadísticas pero sobre todo, apuntó, ``en la percepción y experiencia directa de los capitalinos y nuestros visitantes''.

Para cumplir este objetivo Salgado Cordero solicitó la colaboración de los ciudadanos ``y un plazo razonable'' para ofrecer resultados. Aclaró, sin embargo, que la actuación de los cuerpos policiacos estará siempre apegada a la ley y el respeto a los derechos humanos.

El general de división habló durante casi 20 minutos y ni una sola vez fue interrumpido por aplausos. Delegados políticos, secretarios del departamento central, el procurador José Antonio González Fernández y, sobre todo, el superintendente Rafael Avilez, hasta ayer encargado de la SSP, lo escuchaban con atención, sobre todo cuando advirtió que mantendrá una vigilancia muy estrecha a los elementos bajo su mando.

Son, dijo, condiciones indispensables para permanecer en los cuerpos policiacos, aunque de entrada rechazó que llegue a la secretaría con ideas preconcebidas, porque reconoció en los policías ``una superación constante, una eficacia a toda prueba y una indubitable probidad''.

Reconoció que el reto que tiene por delante no es fácil, pues la delincuencia crece en una proporción mayor a la capacidad de respuesta que brindan los cuerpos policiacos. Por eso calificó su nombramiento como ``la tarea profesional más compleja de mi vida''.