Cierra el gobierno brasileño la clínica donde murieron 94 ancianos
Efe, Afp y Ansa, Río de Janeiro, 8 de junio El Ministerio de Salud de Brasil ordenó hoy el cierre de una clínica particular de esta ciudad, donde han muerto 94 ancianos en los últimos meses, y la intervención de 16 de los 36 centros geriátricos y de enfermos terminales por sus ``insatisfactorias'' condiciones de higiene y asistencia.
Los pacientes de la clínica Santa Genoveva serán transferidos a otros centros que ya se adecuaron a las exigencias del Ministerio de Salud, aseguró su titular, Adib Jatene.
A partir del pasado martes, médicos, enfermeras y nutricionistas de ese ministerio y las secretarías municipal y estatal de Salud se turnarán durante un mes en los 16 centros clínicos para supervisar a los especialistas, las condiciones de higiene y los alimentos, la calidad del agua y la atención a los pacientes.
Jatene admitió que la decisión de clausurar la clínica Santa Genoveva había sido aplazada ante las sospechas de que otras clínicas afrontan similares problemas y deficiencias.
Aunque los certificados de defunción expedidos por esa clínica geriátrica atribuyen las muertes de los pacientes a deficiencias orgánicas, las principales causas son la diarrea, producida por el consumo de alimentos descompuestos y agua contaminada, así como la desnutrición, por lo que sus directores son investigados por la Procuraduría General en un proceso por homicidio culposo y negligencia médica.
Al examinar los prontuarios de los fallecidos en Santa Genoveva desde abril, los investigadores comprobaron que no habían completado un mes desde su hospitalización.
La auditoría del Ministerio de Salud se extenderá a todos los 6 mil hospitales brasileños que reciben recursos del gobierno federal, que ha admitido que las malas condiciones asistenciales evidencian una de las peores crisis de la historia en este sector.
En otro orden, los cogobernantes partidos de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y del Frente Liberal (PFL, conservador) anunciaron hoy un acuerdo para propiciar la relección del presidente Fernando Henrique Cardoso en los comicios de 1998.
El propio Cardoso y el líder del PFL, Luis Eduardo Magalhaes, también presidente de la Cámara de Diputados, decidieron que la enmienda constitucional que permitirá la relección comience a debatirse en noviembre en el Congreso, luego que se realicen las elecciones municipales de octubre próximo.
Magalhaes descartó así, según el diario O Globo, el apoyo al actual alcalde de Sao Paulo, Paulo Maluf, virtual candidato presidencial del también conservador Partido Progresista Brasileño, que actualmente integra la coalición gobernante.