Condena el Celam la medida estadunidense; ``atenta contra los pobres''
José Antonio Román y Jesús Aranda El Consejo del Episcopado Latinoamericano (Celam) condenó la ley estadunidense Helms-Burton porque viola el derecho internacional y la soberanía nacional de los pueblos, afirmó el presidente de este organismo eclesiástico, Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga.
``No estamos de acuerdo con este tipo de acciones que sólo producen sufrimiento para la población más pobre, y no dañan a aquellos a quienes están dirigidas'', dijo al recordar la posición asumida por el Celam ante el bloqueo económico contra Haití, durante la época de la dictadura que derrocó al presidente Bertrand Aristide.
Al mismo tiempo criticó el modelo económico predominante en la región y sostuvo que en las actuales circunstancias la deuda externa ``es realmente impagable'', con lo cual el abismo entre las naciones pobres y ricas es cada vez más grande.
``Los pueblos y gobiernos de la región no podemos permitir que los 90 sea otra década perdida, porque entonces llegaremos al próximo milenio en peores condiciones económicas y con una pobreza generalizada.''
Todo el mundo tiene derecho a una vida humana más digna y el trabajo del Celam está en eso, advirtió, y comentó que los obispos latinoamericanos ya han sostenido encuentros con representantes del Fondo Monetario Internacional, el Banco Interamericano de Desarrollo y diversos organismos de crédito internacional, entre otros.
Sobre el particular demandó un cambio del modelo económico impuesto en América Latina, pues a pesar de aplicar ajustes estructurales sólo genera mayor pobreza.
``La crítica de la doctrina social de la Iglesia frente a los esquemas económicos en general se origina cuando éstos se absolutizan como tal y no tienen al ser humano como el valor supremo'', explicó.
Añadió que eliminar la ética de la economía significa absolutizarla, ``diciendo que lo único importante en un país es que hay indicadores macroeconómicos sanos, cuando muchas veces la economía de la mayoría del pueblo está enferma''.
Más adelante calificó a la deuda externa de ``problema sumamente complejo''. No se trata de decir que de un día para otro se perdonará la deuda externa y ``pasado mañana todas las economías serán sanas y productivas, porque a lo mejor nos volveremos a endeudar''.
Lo cierto es que la deuda externa es impagable en la gran mayoría de los países aunque, acotó, ya se estudia la manera de buscar los mecanismos para solventar esta situación. Incluso, apuntó, hay propuestas para pedir a la Corte Internacional de La Haya que se manigieste sobre la licitud de ciertos intereses de esa deuda, que muchas veces hacen que sea impagable.
``Se trata de buscar el bien común para todas las naciones y que no existan países de primera, segunda, tercera y hasta de cuarta.''
Al condenar la Ley Helms-Burton el presidente del Celam recordó que en la reciente reunión de cancilleres de la Organización de Estados Americanos (OEA) hubo consenso en contra de dicha legislación.
Consideró que por encima del derecho de las naciones está el derecho internacional, y que éste no es una ``simple convención'', sino que está fundamentado precisamente en las leyes, las cuales establecen el respeto absoluto a la soberanía de las naciones