La Jornada 7 de junio de 1996

El peor error sería regresar a las políticas pasadas:Becker

Jesús Aranda y José Antonio Román Al hacer una férrea defensa del modelo económico neoliberal, el Premio Nobel de Economía, Gary Becker, advirtió que el ``peor error'' que cometería México sería regresar a las políticas del pasado. Dijo que la grave crisis económica del país no fue producto de este modelo, sino de su mala aplicación, y consideró que el estallamiento social en Chiapas tampoco se le puede atribuir al neoliberalismo.

En conferencia de prensa el reconocido economista que asiste como invitado especial al Tercer Encuentro Pontificio La dignidad de la familia y de la vida en la política y la legislación de América sostuvo que ``no existe un conflicto básico entre las enseñanzas de la Iglesia católica y la economía liberal''. Sin embargo, acotó que en el caso de México debe ponerse mayor atención a la educación y salud de los sectores más desprotegidos.

Aclaró que si bien no es experto en políticas de la Iglesia, ha sostenido diversos encuentros con jerarcas religiosos en el Vaticano y con líderes políticos de diferente países --incluso con el ex presidente Carlos Salinas--, y llegó a la conclusión de que no existe un conflicto básico entre las enseñanzas de la Iglesia católica y la economía neoliberal. ``Considero que hay acuerdos en los puntos principales'', señaló.

Becker manifestó su certeza en el sentido que el modelo neoliberal no provoca pobreza ni daña a la familia ``si se aplica adecuadamente'', y dijo que en los países en los que se ha practicado durante largo tiempo --aclaró que en México lleva sólo ocho años-- la situación global ha mejorado, principalmente entre los pobres.

Manifestó que las políticas mal guiadas del gobierno son las que producen más pobres, ya que cuando están ``bien aplicadas no sólo benefician a los ricos, sino también a los pobres''.

Ante los jerarcas católicos e invitados especiales acusó a los grupos económicos del ``sistema anterior'' y a los sindicatos latinoamericanos de ser los culpables de haber frenado la implementación del liberalismo económico, porque temen a la competencia interior y exterior, a que la población tenga oportunidades de desarrollarse.

Dijo que por el temor de perder sus privilegios se oponen a la apertura ``aquí (en México) y en toda América Latina''.

En su apología al sistema neoliberal, Gary Becker ``recordó'' que México tiene pobres ``desde hace mucho tiempo'' y la pobreza es anterior a la aplicación del sistema liberal, y destacó que los anteriores modelos y políticas económicas no pudieron erradicarla.

Advirtió que ``el error más grande que cometerían los mexicanos'' sería regresar a las políticas que sostuvieron en el pasado, porque en ese entonces no se experimentó un progreso significativo ni una reducción de la pobreza.

Consideró que ``las políticas adecuadas para México'' serían: extender las políticas liberales y combinarlas con medidas más efectivas para ayudar a las familias`` de los niños más pobres y de los ancianos. Si hacen esto, destacó, la economía mexicana tendrá un futuro optimista para los próximos 10 años.

Fue tanta la confianza de Becker en la recuperación del país que aseguró que ``el poco dinero que tengo lo he estado invirtiendo en acciones mexicanas''.

Al preguntarle sobre las consecuencias de la Ley Helms-Burton se mostró partidario de que Estados Unidos cese las sanciones en contra de Cuba, ya que de ese modo el gobierno de Fidel Castro ``caerá más rápido'' y así los cubanos ``no podrán echarle la culpa a la política económica estadunidense''.

La crisis económica no se debe al sistema vencido y superado

El presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Carlos Abascal, señaló al ser entrevistado en este encuentro que resulta ``injusto e impropio'' decir que el origen de la crisis económica de 1994 se debe a un sistema económico y político ``vencido y superado''.

El error viene desde hace muchísimos años y ``hoy estamos frente a la oportunidad de corregirlos de una manera sostenida'', en la medida en que ``seamos capaces de no distorsionar los objetivos de la economía que a veces ha servido para el enriquecimiento de unos cuantos''.