La Jornada 4 de junio de 1996

Versión: antes del 12 de diciembre se irá Schulenburg

José Antonio Román Antes del 12 de diciembre la Basílica de Guadalupe tendrá un nuevo abad, luego que Guillermo Schulenburg presente su renuncia al papa Juan Pablo II y al arzobispo primado de México, Norberto Rivera Carrera, muy probablamente en el mes de octubre, revelaron fuentes eclesiásticas.

La decisión se acordó el pasado fin de semana, cuando el ``escándalo'' de las declaraciones del abad en torno a las apariciones de la Virgen de Guadalupe y la existencia histórica de Juan Diego llegaron a su punto máximo. Incluso, se menciona que el arzobispo Rivera piensa ya en el sucesor del abad, aunque se desconoce si jurídicamente continuará con ese nombre o se modifica.

La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), por su parte, ofreció su apoyo pleno a la decisión que el arzobispo Norberto Rivera tome en cuanto a la administración de la Basílica de Guadalupe, hecho que se puso de manifiesto con el comunicado oficial suscrito por el Consejo de Presidencia de esa instancia religiosa y el mismo arzobispo primado.

Este comunicado fue discutido por cuatro de seis miembros del Consejo de Presidencia y Norberto Rivera, el pasado jueves en la ciudad de Tacámbaro, durante la toma de posesión del nuevo obispo de esa diócesis michoacana. Ahí estuvo el vicepresidente de la CEM Luis Morales Reyes; el secretario general, Ramón Godínez; el tesorero Gilberto Valbuena y el vocal Mario de Gasperín. El presidente Sergio Obeso y el segundo vocal José Guadalupe Martín Rábago conocieron del texto a través de un facsímil, pero también lo apoyaron.

Las fuentes eclesiásticas confiaron que la dimisión del abad Guillermo Schulenburg se hará oficial en unos cuatro o cinco meses más, en espera de que el ``escándalo'' producto de sus declaraciones pasen, y la renuncia de quien estuvo a cargo de la Basílica durante 33 años no parezca resultado de sus diferencias con el arzobispo primado.

Asimismo, señalaron que fueron varias las ``pláticas'' que sostuvieron el arzobispo Rivera Carrera y el abad Guillermo Schulenburg para llegar finalmente a este acuerdo. Además, dijeron que el mensaje leído por el arzobispo el pasado domingo en la Basílica de Guadalupe fue ``prácticamente una despedida'' al abad, en el que incluso le agradeció sus años al frente del templo del Tepeyac.

Señalaron también que este hecho de la renuncia se confirma con la actitud que asumió el nuncio Girolamo Prigione, quien desde el primer momento se mantuvo al margen del conflicto, dejando todo en manos del Episcopado, del arzobispo primado y del abad.

De esta forma, se da por un hecho la renuncia del abad Guillermo Schulenburg, quizás en octubre, con lo que pasará a ser abad emérito de la Basílica. Cuando presente su renuncia, el abad contará con ya 80 años de edad, que cumplirá el próximo 12 de junio, 33 de ellos al frente del recinto mariano más importante de América Latina.

En referencia del abad, el secretario general de la CEM, Ramón Godínez, dijo que se debe tomar en cuenta que el Código de Derecho Canónico establece que los párrocos, obispos y aún los cardenales que son funcionarios de la curia romana se retiran de sus actividades a la edad de 75 años.

Aclaró que si bien el abad no es párroco ni es obispo ni cardenal, sí es sacerdote y la ley eclesiástica es para todos. Por eso, añadió, cuando llegan a esa edad pasan a ser eméritos y ocupan puestos donde trabajan a favor de la Iglesia pero con cargo de retiro.

Destacó la labor que a lo largo de toda su vida religiosa ha tenido el abad, que en sus primeros años de religioso fue rector del Seminario Conciliar de México y posteriormente como abad, actividad en la que tuvo su obra máxima en la construcción de la nueva Básilica de Guadalupe durante 1974-1976.

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