La Jornada 3 de junio de 1996

Ahora impera una lógica policiaca, dice el jefe zapatista

Hermann Bellinghausen, enviado, La Realidad, Chis., 2 de junio ``El diálogo de San Andrés se ha convertido en el rehén de las pugnas al interior del poder'', declaró esta noche el subcomandante Marcos, para quien ahora no predominan una lógica militar o política; ``ahora es claramente una lógica policiaca'' la que determina la situación del diálogo, y en general la situación política del Ejército Zapatista. Menciona que ``grupos políticos están jugando a un proceso de desestabilización de baja intensidad permanente. En términos policiacos, el diálogo es imposible'', asegura el jefe militar del EZLN.

En un panorama político ``complejo, muy difícil'', Marcos asegura que cuando reciben una buena señal del gobierno, ``inmediatamente viene un madrazo detrás''.

Insiste en que ``la guerra no es la solución'' y se sigue preguntando con quién hablan los zapatistas cuando hablan con el gobierno. ``El EZLN no puede caer en la falsa alternativa de que negocia con los duros o los blandos. Para nosotros son la otra parte, un enemigo al que ya no queremos destruir por la vía violenta, y que suponemos debe renunciar a destruirnos por la vía violenta''.

``Alguien nos está diciendo 'no te sientes, abandona la vía del diálogo y recurre otra vez a la vía violenta' y no pensamos que el remitente sea el señor Zedillo. Incluso pensamos que estos mensajes pueden ser contrarios a la posición de Zedillo, suponiendo que él habla con la verdad y quiere resolver las cosas por la vía del diálogo y la negociación''.

En uno de tantos en algún lugar de la selva Lacandona, como a una hora de camino de La Realidad, el subcomandante Marcos evaluó en entrevista la situación del diálogo y en general del conflicto, a partir del hecho de que Elorriaga y Entzin siguen presos, y ahora se ha sumado la condena a un tercer presunto zapatista.

También confirma que, ``pase lo que pase'', del 27 de julio al 3 de agosto se realizará el Encuentro continental contra el neoliberalismo, convocado por los zapatistas.

Caminos de la noche

Relámpagos lejanos y un resplandor de luna llena que hacen visibles casi todas las cosas. Calor. Al cabo de una hora de viaje, los caballos sudaban porque el esfuerzo de subir y bajar las lomas no es cualquier cosa. Luego de varios intentos desde que hizo crisis la crisis del diálogo de paz, al fin un pequeño grupo de reporteros recibimos la respuesta de que sí, ahora sí era posible una entrevista con el subcomandante Marcos.

Hace mucho que no eran tantas las medidas de seguridad para un encuentro de la prensa con Marcos.

Tres campesinos prepararon las monturas y nos acompañaron hasta una especie de campamento provisional. Una escolta de jóvenes encapuchados, con uniforme zapatista y armados, trazaban una valla en círculo: la escolta de Marcos, quien esperaba junto al mayor Moisés.

``No puedo estarme aquí mucho rato. Tienen media hora, aprovechen el tiempo'', nos dijo.

Así, las preguntas son al grano, o tratan. Las respuestas también. A la luz de una lámpara de gas y dos velas, esta es la entrevista.

--¿Cómo evalúa el EZLN la situación en estos momentos, a un mes de las sentencias por terrorismo dictadas contra los presuntos zapatistas Javier Elorriaga y Sebastián Etzin?

--Las sentencias contra Elorriaga y Etzin, junto con el incremento de la movilización militar y la beligerancia de las guardias blancas, pusieron en crisis el diálogo. El proceso de desestabilización general puso en crisis no sólo la continuación del diálogo, sino que cuestionó toda la estructura del mismo, desde el marco jurídico, el ritmo de la negociación y las actitudes de las dos partes, tanto del gobierno federal como del EZLN respecto a la mesa del diálogo, todo lo cual obliga ahora a no contentarse con sólo buscar las condiciones para que el diálogo no se interrumpa. Por eso nosotros pensamos que es necesario que el diálogo se redefina, que se vuelva a construir un nuevo marco jurídico, que haya una nueva actitud de las partes, una nueva forma de verse cada uno en el proceso de negociación y de ver al contrario.

``Nosotros vemos una crisis profunda del proceso de diálogo y negociación que sólo tiene dos salidas: o sale enriquecido con una nueva propuesta que fije ya el diálogo completamente del lado de la solución política, o definitivamente va a tener que resolverse por la vía violenta. Nosotros por supuesto que no tenemos ningún interés en que se resuelva por la vía violenta, pero sí señalamos que no va a ser posible continuar el diálogo como hasta ahora se ha hecho.''

--En una de tus comunicaciones dirigida a la Cocopa, te refieres ampliamente a las ``divisiones internas del gobierno''. ¿Cómo enfrentará el EZLN esta divisiones y a qué se refiere cuándo pregunta quién es su interlocutor dentro del gobierno federal?

--Lo que nosotros queremos decir es que al EZLN no le beneficia hablar con una parte o con otra dentro del gobierno. Para nosotros siempre será la otra parte, ya se llame Ernesto Zedillo, Emilio Chuayffet, Marco Antonio Bernal, o quien sea. Lo que sí es importante es que el interlocutor quede perfectamente bien definido, porque si no los acuerdos y las señales que nos mandan son diferentes e incluso contrarias, que es precisamente lo que ha motivado lo que ahora llamamos la crisis del diálogo.

``Nosotros ponemos el ejemplo de que, del lado del EZLN, cuando hablan con David, con Tacho, con Marcos, con Zebedeo o con cualquiera de la delegación, están hablando con todo el EZLN. Si ellos hacen un compromiso, todo el Ejército Zapatista hace un compromiso. El gobierno no puede esperar que si el EZLN pacta los acuerdos sobre Derechos y Cultura indígenas, otra parte del EZLN los desconozca. Pero en el caso del gobierno el problema es que nosotros estamos hablando con una representación del Ejecutivo federal, pero otro de los poderes no sólo da una señal diferente, sino que contradice y golpea la señal de disposición del Ejecutivo federal. Es claro que hay entre ellos una pugna cada vez más visible y en la medida en que se hace más aguda, es más difícil de diluir y de ocultar, y esto puede tener que ver con las elecciones de 1997, con la sucesión presidencial del año 2000, o como se maneja desde Washington, con un posible relevo presidencial antes del año 2000.

``Pero a nosotros eso no nos interesa. No nos interesa porque nosotros no seremos beneficiarios de nada. Lo que nos preocupa es que en ese toma y daca que hay entre los grupos del poder, de alguna forma el EZLN ha entrado a ser un posible botín entre ellos. En esta crisis concretamente alguien nos está mandando señales muy claras para que no nos sentemos, para que el diálogo se rompa y se reanude la guerra.

``Nosotros pensamos que después de los últimos acuerdos de San Andrés, la actitud de la delegación gubernamental de quedarse callada y sólo escuchar, los desalojos violentos por parte de las fuerzas de seguridad del Estado, las condenas a Elorriaga y Etzin y, más recientemente, la condena al presunto zapatista que está en Coatzacoalcos, son señales cuyo destinatario es el EZLN. Alguien nos está diciendo 'no te sientes, abandona la vía del diálogo y recurre otra vez a la vía violenta' y no pensamos que el remitente, quien mande esos mensajes, sea el señor (Ernesto) Zedillo. Incluso pensamos que estos mensajes pueden ser contrarios a la posición de Zedillo, suponiendo que él habla con verdad y quiere resolver las cosas por la vía del diálogo y negociación. Sin embargo, cuando él declara esas cosas, vienen señales en sentido contrario''.

--Entonces, ¿el EZLN cree en el presidente Zedillo?

--Nosotros no creemos en nada. Creemos en un proceso social que pueda imponer la paz a uno y otro y en que, finalmente, si la vía de la negociación se ha abierto y tiene éxito es por la presión de la sociedad. No me refiero sólo a las movilizaciones, mítines, cartas y todo eso, sino también a lo que se llama la opinión pública o a la posición de gentes importantes ante la opinión pública, como intelectuales y artistas.

``Nosotros no podemos caer en el juego de quiénes son los buenos y quiénes los malos; si Zedillo es el bueno y el que le está llevando la contra es el malo, o que Zedillo es el malo y el que le lleva la contra es el bueno. Y de ahí para abajo: que si Chuayffet representa una posición, que si Bernal representa otra posición o es la misma. Nosotros no podemos caer en el juego, lo que nosotros queremos saber es quién, bueno o malo, es la otra parte que garantiza una homogeneidad en la posición que se maneja en el diálogo y la negociación.

``El EZLN no puede caer en la falsa alternativa de que negocia con los duros o con los blandos. Para nosotros son duros y blandos al mismo tiempo, dependiendo de la situación social, ni siquiera de la mesa. Para nosotros son la otra parte, un enemigo que ya no queremos destruir por la vía violenta, un enemigo que, suponemos, debe renunciar a destruirnos por la vía violenta y con el que tenemos que acordar una salida inédita, que tendremos que construir junto con otros actores sociales, y no me refiero sólo a la Conai y la Cocopa, sino a todos los actores de la vida política de México, lo que se llama sociedad civil o el movimiento social.

``Lo que queremos es dejarle claro a esa fuerza o a esa personalidad que se está metiendo, cualquiera que sea, que nosotros no estamos dispuestos a ser usados para el ajuste de cuentas interno que traigan entre ellos.

``Nosotros no nos alzamos en armas para que un grupo derroque al otro y todo siga igual. Nos alzamos en armas para que se resolvieran dos aspectos fundamentales: la cuestión nacional en cuanto al problema de la participación democrática, y todo el problema nacional de la cuestión indígena y que nosotros lo resumimos en democracia, libertad y justicia y nuevo pacto de la Nación con las habitantes originales. Eso es lo que queremos nosotros, no que se mantenga o sea relevada una fuerza, no que un partido salga derrotado y entre otro. No hablamos de que nuestra lucha es contra un partido político sino contra un sistema político, el sistema de partido de Estado, sea de izquierda, centro o derecha.

``Esta pugna no nos beneficia absolutamente en nada, este ajuste de cuentas, este 'quítate tú para ponerme yo' que agita las filas gubernamentales, porque en el caso de nosotros no se está jugando la paralización de una fábrica o una huelga o que desquicies el tránsito con una manifestación. A la hora que se usa el conflicto de Chiapas para esos ajustes internos se está jugando con la guerra. Y no estoy hablando ya de una guerra entre dos ejércitos que se enfrentan: el zapatista, que supuestamente es débil en número y en técnica, y el federal que es fuerte en número y en técnica, y el resultado es que gana el mayor. Me refiero a la guerra en toda la destrucción del tejido social, las heridas que deja y el costo de credibilidad para las partes que se enfrentan. Una guerra que va a salir más cara, muy muy cara, independientemente de quien gane.``

--¿El EZLN no está respondiendo a las provocaciones? ¿No se está dejando llevar hacia una lógica de guerra?

--No. Desde diciembre del 94, con la ruptura del cerco, no hemos hecho ninguna acción militar para incidir en el diálogo y la negociación. En cambio las fuerzas gubernamentales sí. La posición del gobierno ha sido tratar de ganar en términos militares lo que no puede ganar en la mesa de San Andrés en términos políticos, tratar de arrebatar por la fuerza lo que la razón no les permite conquistar por el convencimiento. Nosotros decíamos en un comunicado: el gobierno quiere vencer, nosotros queremos convencer.

``Nosotros estamos en una lógica militar a la defensiva. A todas las iniciativas, provocaciones y acciones militares del gobierno, el EZLN ha respondido evitando el choque con el repliegue y alertando a la opinión pública sobre lo que eso significa. En ningún momento hemos respondido amenazando militarmente que vamos a atacar. El que ha puesto continuamente el problema en términos de lógica militar ha sido el gobierno y el que ha tratado de ponerlo en la lógica política siempre es el EZLN.

``Pero ahora no se trata de una lógica militar o política, ahora es claramente una lógica policiaca. Nosotros, cuando señalamos la aberración del calificativo de terrorismo con el que se juzga a Elorriaga y Entzin, y también la de sabotaje contra García Santiago, de Coatzacoalcos, decimos que no se está poniendo la solución del conflicto ni siquiera en términos militares, que impliquen una serie de acuerdos sobre humanización o acotamiento para que no sufra la población civil, sino que se está poniendo en términos policiacos, en términos de que 'aquí hay un grupo de delincuentes que pueden ser cinco o 5 mil y hay que perseguirlos y acabar con ellos'. En ese sentido las fuerzas armadas del gobierno son usadas como parte del aparato policiaco, directamente bajo las órdenes de un policía. En términos policiacos, fuera de la lógica política y de la lógica militar, el diálogo es imposible.

``En una lógica militar todavía se pueden acordar reuniones o diálogos o medidas para detener el conflicto, pero en una lógica de persecución policiaca el final es la cárcel o la muerte. El momento en que dentro de las fuerzas del gobierno la relación con el EZLN se pone en términos policiacos se está renunciando a toda posibilidad de solución.''

--¿La Ley para el Diálogo, con la que negocian desde hace más de 14 meses, no prevé la solución a este tipo de conflictos?

--Queremos decir, en primer lugar, que el diálogo entró en crisis por una actitud de las partes en el proceso de negociación, y por el marco jurídico que se construyó con base en una persecución. Así como está, ahorita el diálogo se da bajo amenaza.

``Ya en crisis, esas fuerzas que están en pugna ven que les sería redituable reactivar el conflicto; o mantenerlo como está, sin solución, como un proceso de negociación largo, al infinito, apostando al desgaste de uno y de otro; o tener una bomba de tiempo ahí para poder activarla cuando sea necesario o hacerla que explote ya. En ninguno de esos casos el EZLN sale beneficiado y no tiene por qué apostar a ello. Entonces, es mentira lo que dicen que la estrategia del EZLN es alargar el diálogo y la negociación para esperar a que el gobierno se derrumbe. ¿Para qué? ¿Para negociar con quién? Si nosotros no pensamos tomar el poder, entonces, ¿para qué nos conviene una crisis de ese tamaño?

``Esta es la situación que nos hace ir con pies de plomo en lo que nosotros llamamos política exterior, sobre todo en nuestra relación con grupos políticos organizados, ya sean partidos políticos y grupos que se mueven en el parlamento, secretarios de Estado. No vemos en el gobierno un compromiso serio, homogéneo por la paz. Debiera haber una señal clara del Ejecutivo, el Legislativo, el Judicial, de los poderes de la Unión para comprometerse todos en el proceso de diálogo y acompañar al EZLN, y a los actores sociales, en ese proceso.

``Esos grupos políticos están jugando a lo que nosotros llamamos un proceso de desestabilización de baja intensidad permanente, en el que está la bolsa de valores, los conflictos magisteriales, los desalojos y está el EZLN como algo importante. Igual puede servirles que se agudice, pero igual les puede servir que no se agudice pero que tampoco se resuelva, que esté alargándose y tener allí una especie de fuego que convenga avivar o apagar según vean ellos. Nosotros no podemos prestarnos a eso, ni como organización político-militar ni como organización social que agrupa a miles de indígenas. Tenemos muy claro qué es lo que queremos y qué debemos hacer para llegar a esa solución.

``Yo sé que el panorama político está muy complejo, por eso debemos ser más que prudentes y eso puede explicar el que hayamos sido muy parcos en nuestras últimas declaraciones, pues ahora vemos el panorama muy complejo, muy difícil. Acabamos de escuchar que ahí va la audiencia de vista de Elorriaga y Entzin, o sea que se podía solucionar ese problema, cuando escuchamos la sentencia al presunto zapatista de Coatzacoalcos. Es decir, cuando parece que hay señales buenas viene una mala. Nosotros tenemos que estar esperando ya eso. Antes, en el momento en que el gobierno daba una señal positiva, nuestra reacción era responder con una señal positiva. Ahora esperamos que inmediatamente después de una señal buena, viene un madrazo detrás.

``El ejemplo más claro es cuando Zedillo llega a Comitán y declara: 'no hay dobles caras, estamos listos' y al mismo tiempo están recurriendo a la vía violenta para solucionar el problema de los maestros; o la Cocopa declara que el caso de Elorriaga y Entzin va por buen camino y otro juez federal condena por sabotaje en Coatzacoalcos a ese señor García Santiago; o la Cocopa ya está buscando las condiciones para un encuentro con el EZLN y Uriel Jarquín y Eraclio Zepeda intentan la toma del palacio municipal en San Andrés y provocan un choque. Se ve que los poderes no están separados, sino que están confrontados, como parte de este proceso de desestabilización de baja intensidad, de subversión. Alguien está subvirtiendo con la perspectiva de ganar algo. Y evidentemente en ese quién va a ganar no estamos nosotros, ni está la mayoría del pueblo mexicano.''

Lo que sigue

Una mesa larga, flanqueada por bancas, todas de tronco y atados con lianas. Un toldo. La espesura circundante mengua la claridad de la noche, la puebla de sombras. El subcomandante Marcos habla con tranquilidad, pero sin mostrar en ningún momento su talante bromeador.

Fuma una pipa gruesa, más cuadrada que las que se le conocían. Casi toda la entrevista tiene apoyada a un lado su arma. Sólo al principio la sostiene sobre las piernas. En algun momento, el zumbido lejano de un avión recuerda, como tantas otras señales, que nos encontramos en un territorio rigurosamente vigilado.

Pendiente como de costumbre de las grabadoras, mira a los ojos a quien le acaba de preguntar, y se mira las manos, alternativamente. En determinados momentos, mientras habla, voltea hacia el mayor Moisés, a su lado, impasible y silencioso. Como si buscara aprobación a lo que dice.

--¿Cuáles serían las condiciones para reestablecer un clima de confianza? ¿Qué señales se requieren para reiniciar las negociaciones con el gobierno?

--Nosotros pensamos que, primero, tendría que resolverse el detonante de la crisis, que es el problema de Elorriaga y Etzin, pero no sólo es que queden libres sino, más arriba, pues tiene que quedar claro que el gobierno, los tres poderes, están dialogando con una organización que no es terrorista y que están buscando no ver cómo la vencen sino cómo llegan a un acuerdo.

``Esa es una de las condiciones. Tendríamos que hablar a través de la Conai y directamente con la Cocopa para acordar una serie de ajustes que impidan que estos hechos vuelvan a repetirse. Porque antes de esto fue la detención de Fernando Yáñez (supuesto comandante zapatista) y luego fueron los desalojos. Continuamente el diálogo está en una inestabilidad que no les conviene ni a ellos ni a nosotros. Ni nosotros podemos concentrarnos en el diálogo y en la negociación por estarnos cuidando las espaldas, ni ellos pueden mantener una política para desactivar el conflicto definitivamente, porque continuamente lo están complicando. Tendrían que definirse claramente los tres poderes de la Unión y sus niveles federal, estatal y municipal, con respecto a la negociación.

``Tenemos que hacer unas pláticas, unos encuentros con los actores involucrados, cuyo objetivo sea la redefinición de lo que será San Andrés.

``Pensamos que, si es posible salir de la crisis de esta forma, lograríamos lo más importante para nosotros: anclar el diálogo del lado de la solución política y evitar que el proceso de negociación con el EZLN sea usado por quien sea y para lo que sea, es decir, que la guerra deje de ser un juego en la mano de alguien. Eso suponiendo que el gobierno piensa como nosotros, que la guerra no es la solución. Nosotros ya lo hemos declarado: la guerra no es la solución.

``Nosotros estamos armados esperamos que se resuelva el problema, casi como una garantía de que los acuerdos se cumplan y como garantía de nuestra libertad y nuestra vida. Mientras no haya verdaderas soluciones no habrá ningún cambio en eso. Pero no estamos haciendo ninguna acción militar, no estamos amenazando vías de comunicación, ni secuestrando, ni invadiendo ni atacando a nadie. Se puede ver que ahí cerca de La Realidad pasan los vehículos militares y no hay quien los ataque.

--¿Son las que ustedes consideran 'pugnas en el poder' las que impiden que avance el diálogo?

--Sí, el diálogo de San Andrés se ha convertido en el rehén de las pugnas al interior del poder. Esos grupos que se mueven al interior del poder tratan de arrebatarse el éxito o el fracaso de San Andrés, sin importarles cuál sea la solución. Queremos dejar claro que en la toma y daca de estos grupos al que menos le conviene que fracase el diálogo es al EZLN. El fracaso de San Andrés es el fracaso de la negociación, de la vía política. Sería muy difícil que, fracasado San Andrés, se pudiera pensar en otro proceso de diálogo.

--¿Se han roto los contactos con la mediación (la Conai) después de esta crisis?

--La comunicación no se ha roto en ningún momento. Nosotros hacemos regularmente contacto con el canal que las partes han acordado, que es la Conai. A través de la Conai recibimos las propuestas de la Cocopa, las ideas o pronunciamientos de la Secretaría de Gobernación o de la delegación gubernamental. Y, sobre todo, las iniciativas que toma la Conai para destrabar el diálogo, como decimos nosotros, de resolver positivamente las crisis por las que se atraviesa. Pero en ningún momento se ha roto la comunicación.

--¿Qué sigue? ¿Cuál es el paso que sigue?

--Proponemos lo que sigue en un comunicado que mandamos en estos días. Estamos aceptando la propuesta de la Conai de manifestarnos porque el encuentro, que estaba programado para el 5 de junio, se posponga hasta una fecha que faltará por definir. Eso elimina el problema de la fecha, porque Gobernación ya declaró que está en disposición de que se corra y nosotros también. La Conai está haciendo su trabajo en ese sentido. También estamos aceptando hacer el esfuerzo para reunirnos con la Cocopa para ver qué otras iniciativas se han tomado y han resultado para resolver la crisis en el diálogo, aunque la fecha de este encuentro se definirá en los próximos días. Eso es en lo de inmediato.

``Una vez resuelta la crisis actual, tendría que haber una serie de encuentros entre todos los actores del diálogo para redefenir el rumbo de San Andrés y luego retomar el punto en que se habían quedado las negociaciones, que era la mesa 2 sobre Democracia y Justicia. Esto es en el supuesto de que es cierto que el gobierno no va a optar por la solución militar y que va a optar por la vía política. En caso de que opte por la vía militar, que más que militar es la vía policiaca, será muy difícil poder retornar otra vez la vía del diálogo.

--Está programado un Encuentro Intercontinental contra el Neoliberalismo. ¿Qué pasará con él en caso de que haya una ofensiva?

--El encuentro se realizará del 27 de julio al 3 de agosto. Este encuentro se va a realizar pase lo que pase. Incluso en condiciones de guerra o de persecución, el encuentro se va a realizar. Ya debe estar por llegar Durito a Berlín para informar cuáles son las líneas generales, porque el encuentro va porque va. No se va a detener; ni va a sufrir posposiciones ni cancelaciones pase lo que pase.

Que el caballo decida

El subcomandante Marcos recoge su mochila, se tercia el arma y se aleja, seguido por algunos insurgentes y el mayor Moisés. Después, nosotros regresamos a los caballos, al camino húmedo de noche calurosa, cuesta abajo. Está a punto de llover.

La guerra, extensión de la política, ¿o la política, extensión de la guerra? Ya no recuerdo cómo iba la receta. La guerra necesita de la política, les guste o no a quienes la pelean. La política, en cambio, no necesita a fuerzas de la guerra. Sí, claro, la guerra es el fracaso de la política.

No es hora de ponerse sentencioso. Además, es difícil pensar con la lluvia encima. Que el caballo camine por donde quiera. Luego vemos.