La Jornada 1 de junio de 1996

Los pesimistas serán derrotados: Zedillo

Roberto Garduño Espinosa, enviado, y Jesús Moreno Durazo, corresponsal, Hermosillo, Son., 31 de mayo En esta árida región del norte del país donde la sequía muestra severos estragos en la agricultura y la ganadería, el presidente Ernesto Zedillo advirtió:

``Creo que los pesimistas, los derrotistas, los alarmistas, los sensacionalistas van a ser derrotados definitivamente. Son aquellos que frente a los avances permiten o se permiten únicamente enfatizar lo negativo. Son aquellos que en los indicadores económicos distinguen únicamente lo malo, pero son incapaces de decir qué se ha logrado en este año''.

En un acto inusual, el jefe del Ejecutivo abandonó el discurso que tenía preparado para leer ante los empresarios sonorenses. Elevando el tono de su voz improvisó, abundó sobre ``aquellos'' que hablan de inestabilidad política y que son incapaces de decir que México conserva, a pesar de la situación económica del último año, su paz social.

``Hablan de inestabilidad política cuando los principales actores y partidos políticos de nuestro país están sentados a la mesa poniendo su esfuerzo, poniendo su visión, aportando su convicción democrática para construir la nueva normalidad democrática que queremos y que vamos a lograr''.

El mensaje presidencial, pronunciado frente a los hombres de negocios de Sonora, insistió en ``aquellos'' para los que las buenas noticias no son noticia. Para los que lo único que hace noticia es lo malo y que ``sistemáticamente ocultan las buenas noticias; pero ocultar las buenas noticias es después de todo ocultar el esfuerzo, la tarea, la dedicación, los logros de millones de mexicanos que sí creen en nuestro país''.

Ernesto Zedillo negó que la esperanza de millones de mexicanos sea infundada, porque saben que los frutos de su esfuerzo no los va a dar la casualidad, ya que todo lo que se logre como nación será resultado del esfuerzo de todos, ``pero también consecuencia de nuestro carácter, de nuestra decisión, de nuestra voluntad, de ir forjando a partir de ella un mejor futuro''.

Y abundó en que de ninguna manera se puede cantar victoria:

``Hoy, sin dejar de admitir las dificultades que tenemos y que seguiremos teniendo en el futuro, se nos presenta una perspectiva distinta. Esos signos vitales de la economía comienzan a ser distintos, y distintos para bien'', afirmó.

La tercera gira del mandatario por Sonora inició en la ciudad fronteriza de Nogales, donde atestiguó los avances de tres proyectos de infraestructura social y económica que proveerán de vivienda y un mejor sistema de abastecimiento de agua potable a los habitantes de ese enclave maquilador.

Las obras que habrán de construirse son el Acuaférico de Nogales, el libramiento y aduana, y un ambicioso programa de vivienda que comprenderá la edificación de 23 mil casas habitación. La inversión --con recursos del gobierno federal y del Banco de Desarrollo de América del Norte-- será del orden de los 300 millones de pesos.

Hasta los terrenos de lo que será la empresa maquiladora General Instrument de México, llegó la señora Elodia García, lideresa de los barrios populares de aquella frontera. Antes de que el Presidente abordara el vehículo que lo llevaría al aeropuerto de Nogales, la mujer gritó:

--Venga, señor presidente.

--Venga usted --respondió el mandatario.

--Necesitamos reservas territoriales; tantas maquiladoras se están comiendo los terrenos de las colonias... El Infonavit nos entrega casas cuando el trabajador recibe dos salarios mínimos.

--¡Mentira! --dijo Zedillo, al tiempo que soltaba una carcajada.

--También ya viene el Fovi para apoyarlos --terció el gobernador del estado, Manlio Fabio Beltrones.

--No señor, alcanzó a espetar Elodia.

--¡Se quemó mi amiga! --bromeó el Presidente.

--Pero señor, de perdida necesitamos 400 hectáreas --insistió la mujer.

Zedillo sonrió y abordó la suburban donde lo esperaba su esposa Nilda Patricia Velasco.

Ya en la capital del estado la comitiva presidencial viajó en helicóptero a la costa de Hermosillo, donde el primer mandatario se reunió con productores de la entidad. En ese lugar fue notoria la ausencia de don Luis Colosio Fernández, padre de Luis Donaldo Colosio y secretario de Fomento Ganadero del estado.

En el campo agrícola Santa Inés, vergel en el desierto, el Ejecutivo federal escuchó los reclamos de los productores de la región. Agustín Hurtado Aguayo, líder de los ganaderos --quien hace cuatro días demandó que se declarara zona de desastre a Sonora-- enfatizó que no existen créditos para comprar alimentos y salvar los hatos ganaderos; los precios del ganado de exportación son los más bajos de los últimos 20 años y escasean los insumos para adquirir alfalfa y arinolina, expuso.

Gilberto Salazar Serrano, presidente de la Asociación de Organismos Agrícolas del Norte de Sonora, señaló por su parte que ``existe inconformidad'' porque esperan principalmente apoyos en materia financiera.

Zedillo respondió que en los últimos días ``las buenas noticias no son noticia'' porque ha dominado el tema de la sequía, y se ha reducido el de la evolución del sector agropecuario en el país.

Justificó que en tiempos pasados, para paliar los efectos de la crisis en el campo se tomó la decisión contraria.

``Frente a la devaluación y el aceleramiento de la inflación, se quiso contener reprimiendo los precios del campo... Pero, la única manera seria de controlar la inflación es a través de políticas fiscales y monetarias como las que estamos siguiendo''.

El mandatario rechazó las políticas paternalistas ``que no veían a los productores del campo como adultos'', porque el gobierno les quería decir qué producir, cómo producir y hasta a qué horas hacerlo, situación, dijo, que todavía se está sufriendo.

El Presidente argumentó que lo que ocurre en Sonora, no es por falta de cumplimiento por parte del gobierno federal, que ha estado ``y estará listo para hacer la aportación que le corresponde en los programas necesarios para cumplir las metas. Lo que sucede es que ustedes vienen cargando un lastre, es el lastre de la vieja deuda, es el lastre en la época en la que se querían resolver los problemas sacrificando sólo un poquito más al campo mexicano''.

Agregó: ``Ustedes saben que no vamos a hacer nada que no podamos hacer con todo realismo y con toda responsabilidad, que no vamos a incurrir en políticas populistas, porque ellas fueron la raíz de muchos de los problemas que seguimos enfrentando en nuestro país''.

Más tarde, antes de reunirse en privado con miembros de la tribu yaqui, el primer mandatario anunció una inversión para el estado de Sonora de 7 mil 680 millones de pesos, de los cuales 4 mil 300 serán destinados para el gasto social.

Durante la gira del Presidente por Sonora, no pasó desapercibido el caso Colosio. Desde su llegada a Nogales, un grupo de personas exigieron el esclarecimiento del asesinato. Al salir de la costa y viajar a Hermosillo, una señora se acercó a Arturo Warman y le dijo: ``Señor, vengo de parte de la familia de Luis Donaldo, con el encargo de unos terrenitos allá en Magdalena de Kino''. El secretario de la Reforma Agraria guardó silencio y se incorporó a la comitiva.