Dos maestros heridos en un asalto, único incidente
Rosa Elvira Vargas y José Gil Olmos En la mayor concentración magisterial desde 1989, trabajadores de la educación de 14 estados y el Distrito Federal, salieron ayer a las calles para reclamar incremento salarial del cien por ciento, mayores prestaciones y el cese del regente capitalino, Oscar Espinosa Villarreal.
Una comisión fue recibida en Los Pinos y diez horas después de iniciada la movilización, los maestros aceptaron el compromiso gubernamental de que el lunes serán recibidos por el secretario de Educación Pública, Miguel Limón Rojas; el director del ISSSTE, Manuel Aguilera Gómez, y funcionarios de la Secretaría de Hacienda, según informaron ellos mismos.
Los maestros, en el Paseo de la
Reforma, a la altura del
Angel de la Independencia. Foto:
Francisco Olvera
Durante la marcha magisterial --convocada por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE)-- que partió del Zócalo a las diez de la mañana, dos maestros resultaron heridos de bala al quedar atrapados en el fuego cruzado entre policías y un trío de asaltantes que, momentos antes, habían robado en un comercio del Centro. Además de este incidente hubo un forcejeo con el cordón de mujeres policías que instaló la Secretaría de Seguridad Pública a la altura del Museo de Antropología.
Las autoridades capitalinas enviaron al Agrupamiento Femenil a controlar la marcha. Las uniformadas recibieron a los maestros con dos mantas que rezaban: ``Al magisterio: la Secretaría de Seguridad Pública les reitera el respeto al derecho a manifestarse por las vías e instancias legales. Formen una comisión para dialogar''.
Se calculó en 70 mil, el número de participantes en la manifestación, aunque sus organizadores dijeron que marcharon más de cien mil personas.
La vanguardia de la manifestación estuvo conformada por un numeroso contingente que llegó de Oaxaca --sus dirigentes afirman que eran alrededor de 25 mil--, mismo que desfiló por las avenidas Madero, Juárez y Paseo de la Reforma. Simultáneamente, otros grupos con maestros de Guerrero al frente, tomaron por 20 de Noviembre, Izazaga y luego la avenida Chapultepec.
Marchó también un contingente importante de maestros capitalinos de las secciones 9, 10 y 11, así como representaciones magisteriales de Puebla, Zacatecas, San Luis Potosí, Yucatán, Sinaloa, Sonora, Valle de México, Toluca, Michoacán, Tlaxcala, Guanajuato, Durango y Veracruz.
Así, decenas de miles de maestros y algunas organizaciones sociales como el Movimiento Proletario Independiente, Frente Popular Francisco Villa, Asamblea de Barrios y otras, se encontraron en el Angel de la Independencia y de ahí, en un solo bloque, continuaron por Paseo de la Reforma.
Un acercamiento a la dimensión de la parada magisterial puede darse por el hecho de que mientras la vanguardia se encontraba ya en Chivatito, los últimos grupos, aunque de manera dispersa, quedaron estacionados en la fuente de Diana Cazadora.
Desde temprano se supo que la marcha intentaría ser detenida por 250 mujeres policías, desarmadas, que esperaban frente al Museo de Antropología; por 300 granaderos más, ubicados a la altura del paso a desnivel de Chivatito, y por otro contingente similar apostado en Parque Lira.
Los propios maestros del grupo negociador informaron --en uno de los recesos que pidieron para consultar a sus bases-- que un grueso cordón de la Policía Militar fue tendido alrededor de la residencia presidencial.
Esos mismos maestros --40 mentores que conforman la llamada Comisión de Enlace-- habían logrado llegar mucho antes que el resto de los marchistas hasta la valla policial de Chivatito, con la intención de pasar hacia Los Pinos. Esto les fue impedido y regresaron por Reforma hasta el punto donde los demás se habían detenido momentáneamente.
Ahí, Octavio Flores, de la Secretaría de Gobierno del DDF, informó que una comisión sería recibida en Los Pinos y pidió a los maestros suspender la marcha en ese sitio. Sin embargo, los mentores respondieron que con la actitud policiaca se intentaba impedirles avanzar hacia su objetivo final, la casa presidencial, y ratificaron que no desistirían de su intento, pues se trataba de un acuerdo tomado por sus bases.
Gonzalo Martínez Villagrán, secretario general de la Sección 9 de esta capital, reclamó al funcionario del DDF que intentaran ``meter al magisterio en una trampa'' al colocar mujeres policías para detenerlos, y subrayó que la intención de entrevistarse con el presidente Ernesto Zedillo, la habían hecho manifiesta en forma oportuna a través de la Secretaría de Gobernación y del Senado de la República.
Fue en este lugar, alrededor de las 14:40 horas, donde se dieron las únicas escaramuzas con la policía, pero a lo largo del recorrido --según información extraoficial-- unos 200 representantes del Consejo de Notarios de esta capital, habrían dado fe del desarrollo de la marcha para posteriormente testificar sobre lo ocurrido.
Ya en Chivatito y no obstante que estuvieron frente a frente por casi seis horas, no hubo roce alguno entre granaderos y maestros. Los primeros instalaron rejas y estaban provistos de toletes y escudos --también de gruesos impermeables, cuando así se requirió--, y los maestros, sobre todo oaxaqueños, los hicieron víctimas de burlas, consignas y frecuentes amagos de romper la valla.
No faltaron incluso incidentes de los profesores de esa entidad con reporteros y fotógrafos, ubicados desde el principio entre ellos y los granaderos. Los mentores oaxaqueños, además de lanzar consignas contra la prensa, impedían con frecuencia el paso de los comunicadores con insultos y algunos empujones.
Poco después de las 15:30 horas, la Comisión de Enlace entró por primera vez a Los Pinos, donde fue recibida por Leonor Ortiz Monasterio, coordinadora de Atención Ciudadana, y por Francisco Chao, de la Oficina de Audiencias de la Presidencia. Tras este encuentro, los mentores informaron que habían recibido sólo evasivas y un franco desconocimiento de esos funcionarios sobre sus demandas, así como el mero compromiso de que sus planteamientos ``serían canalizados''.
Indicaron que se había pedido un receso de 20 minutos para informar a sus bases y consensar nuevas posiciones y, tras hacerlo, volvieron a la residencia oficial.
Más de una hora después, y ya con la lluvia empapando en serio, los negociadores salieron de nuevo e informaron que al reanudarse las conversaciones habían estado presentes también el subsecretario de Gobernación, Arturo Núñez, y el director de Gobierno de esa dependencia, Juan Burgos Pinto.
Fue en esta segunda sesión, apuntaron, en la que recibieron el ofrecimiento de ser recibidos el próximo lunes por el titular de Educación, Miguel Limón Rojas, y el director del ISSSTE, Manuel Aguilera Gómez.
Tras acordar de nuevo, los maestros volvieron por tercera vez a la audiencia, con la consigna de obtener que dichas entrevistas se realizaran ayer mismo o a más tardar hoy sábado; que asistiera también el secretario de Hacienda, Guillermo Ortiz, y que se diera respuesta positiva a la demanda recurrente en la marcha y reiterada en la reunión en Los Pinos: la renuncia de Oscar Espinosa Villarreal.
Finalmente, poco después de las 20:30 horas, regresaron tras haber aceptado las ofertas de los funcionarios de la Presidencia; ratificaron que su movimiento se mantendrá hasta obtener satisfacción a sus demandas y disolvieron la marcha, ya para entonces con muy diezmada participación, tanto por el tiempo transcurrido --más de diez horas-- como por la lluvia.
Posteriormente, en conferencia de prensa, representantes de los contingentes que marcharon, dieron a conocer que la cita del lunes con los funcionarios gubernamentales se realizará en San Fernando número uno y que existe el compromiso de que estarán presentes también los gobernadores de Oaxaca, Guerrero y Michoacán.
Asimismo, dijeron que ``se arrancó'' el compromiso de reembolsar al magisterio oaxaqueño, también a más tardar el lunes, aquello que les ha sido descontado de sus salarios como sanciones administrativas debido a los paros realizados.