Miguel Angel Rivera
Clase política

Otra vez la misma ``jugada'': el intento de provocación para generar una respuesta violenta de parte de las autoridades.

Mientras no estén delimitadas responsabilidades y en tanto no sean identificados los responsables de los hechos de violencia ocurridos ayer en las calles de la ciudad de México, se tiene que recurrir, lamentablemente, a la vieja figura de las ``fuerzas ocultas'', porque es evidente que hay alguien interesado en desatar la violencia en el país.

Esta vez el pretexto fue la concurrida manifestación que realizaron por las calles de la capital los militantes del magisterio disidente encabezados por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).

Los maestros exigen, como lo habían anunciado desde meses antes, un aumento de salarios muy superior al acordado entre el gobierno federal y la dirigencia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), la organización que ha detentado la representación de todo el magisterio.

Es pues una exigencia bien conocida y de hecho reconocida como legítima, pero que no se puede cumplir por la carencia de recursos del gobierno federal. Para hacer más explícita la situación se puede utilizar el viejo dicho popular: ``Debo, no niego. Pago, no tengo''. Efectivamente, los recursos son pocos y el gobierno del presidente Ernesto Zedillo no quiere adquirir compromisos que signifiquen una alta erogación y que representen un riesgo, por mínimo que sea, de atizar la inflación.El secretario de Educación Pública, Miguel Limón Rojas, hizo ayer una declaración en donde se destaca que los aumentos autorizados al magisterio realmente representan un gran esfuerzo de las autoridades. ``El gobierno ha otorgado lo mejor que ha podido, hasta el límite responsable de sus alcances'', dijo. Quienes creen que el gobierno federal sí puede hacer ese esfuerzo extra son los profesores disidentes y por ello presionan mediante marchas, plantones y suspensiones de labores.

Una más de sus protestas se escenificó ayer en la ciudad de México. Gritos, embotellamientos y disgusto de automovilistas, pero nada extraordinario para esta metrópoli que es caja de resonancia para toda clase de conflictos surgidos de todos los rumbos del país.

Lo malo fue que un grupo de los marchistas tuvo un enfrentamiento con policías. Como es usual, ambas partes se acusan del inicio de la violencia. Los maestros se quejan de la aprehensión de varios compañeros suyos, mientras que la Secretaría de Protección y Seguridad informó que algunos de sus agentes resultaron heridos en la trifulca.

De uno y otro lado hubo quienes sirvieron de ``carne de cañón'', mientras los verdaderos culpables se mantienen a buen resguardo.

``Me equivoqué... usted perdone''

Muy oportuna resulta la aprehensión del presunto gatillero Alvaro Osorio Osuna, alias El Nahual, pues se dio a conocer dos días antes de que se cumpla el tercer aniversario del asesinato del cardenal y arzobispo de Guadalajara, Juan Jesús Posadas Ocampo, y sus declaraciones coinciden con la primera versión oficial, en el sentido de que el homicidio ocurrió por equivocación. Tan oportuna resulta la captura, que de inmediato surgen dudas e incredulidades, como se podrá apreciar en las declaraciones que seguramente tendremos hoy a propósito de ese aniversario luctuoso. Las críticas vendrán seguramente del sector de la Iglesia católica que dentro y fuera del país sostiene la versión de que el cardenal tapatío fue asesinado de manera intencional y que la balacera ocurrida en el aeropuerto de Guadalajara tuvo como único objeto hacer creer que hubo un enfrentamiento entre dos bandas de narcotraficantes y de esta manera distraer la atención de la policía y de la opinión pública.

Lo único que falta para redondear la hipótesis de quienes sostienen que el objetivo del atentado era Posadas Ocampo es definir el móvil del crimen. Uno de los aspectos esenciales de toda investigación criminal es la búsqueda de las motivaciones que pudieron tener los asesinos, pues ello sirve de hilo conductor para identificarlos y, en su caso, aprehenderlos.

Esto es lo que falta en el caso Posadas. Por una parte es dable suponer que era enemigo del tráfico de drogas y que se oponía a que su diócesis como ocurría se convirtiera en centro de operaciones y refugio de los principales dirigentes del tráfico ilegal de enervantes. La segunda posibilidad es menos piadosa, ya que supondría que el cardenal Posadas Ocampo tuvo contacto con los capos de la droga, ya fuera por asuntos estrictamente religiosos esos delincuentes acostumbran celebrar fastuosas fiestas en las que ofician frecuentemente altos prelados o por cuestiones que se pudiera decir más materiales. En este sentido, para confirmar las versiones de contactos entre jefes del narco y prelados de la Iglesia católica no se puede olvidar que el nuncio Girolamo Prigione ha admitido que recibió a por lo menos uno de los hermanos Arellano Félix, presuntos autores intelectuales del atentado donde murió el cardenal. Sin embargo, en medios oficiales parece imponerse la tesis que desde un inicio manejó el entonces procurador general de la República y hoy embajador en Francia, Jorge Carpizo McGregor, en el sentido de que los asesinos perseguían a Joaquín El Chapo Guzmán y lo confundieron con el arzobispo. Esta versión dio origen a muchas críticas contra el que luego sería secretario de Gobernación por el uso de una computadora que fue definida como un ``Nintendo''.

La cosecha

Ayer también fue día para recordar. Se cumplió un mes más del asesinato de Luis Donaldo Colosio y en esta capital lo recordó la directiva del PRI en el DF, encabezada por el diputado Roberto Campa Cifrián. Ahora envió una carta al procurador general de la República, Antonio Lozano Gracia, para pedirle resultados concretos. Pero al igual que en el caso Posadas Ocampo, no hay nada claro a pesar de que en la cárcel están el asesino material y un supuesto segundo tirador... Luego de que ayer estuvo en Chiapas el presidente Ernesto Zedillo, el secretario de Desarrollo Social, Carlos Rojas Gutiérrez, acompañado por el gobernador Julio César Ruiz Ferro, visitará hoy las regiones de La Cañada y de La Selva de ese estado, que están consideradas como el área de influencia del EZLN. El titular de la Sedeso y el gobernador chiapaneco estarán en los municipios de Huehuetán, Huixtla, Motozintla y Comitán. Mañana irán a Las Margaritas, en donde se efectuará un encuentro con la Unión de Ejidos de la Selva, con participación de 350 delegados de diversas comunidades enclavadas en la Selva Lacandona.