La Jornada 23 de mayo de 1996

Slim: los extranjeros quieren lo más rentable

Víctor Cardoso /I Las empresas extranjeras que vienen al mercado nacional a competir en telefonía de larga distancia, sólo buscan el segmento más rentable del mercado. Con inversiones mínimas ``quieren la pechuga del pollo, la parte más carnosa''.

Carlos Slim Helú, presidente del Consejo de Administración de Teléfonos de México (Telmex), responde así por primera vez a la guerra de papel emprendida por los nuevos concesionarios de telecomunicaciones desde el año pasado; habla de los proyectos de expansión no sólo de la telefónica, sino del nuevo Carso Global Telecommunications, que concretará la compra de Cablevisión a Televisa, y de las inversiones internacionales de negocios que emprenderá con sus actuales socios extranjeros, así como de la aventura financiera que ha iniciado a través del Grupo Financiero Inbursa y sus Sociedades de Inversión de Capital (Sincas) en diversos medios de comunicación electrónicos y empresas con problemas de financiamiento.

``No quiero crear problemas donde no los hay'', aclaró de entrada a un reducido grupo de periodistas con los que se reunió en sus oficinas. Comentó que las nuevas empresas de telecomunicaciones, salvo Avantel y alguna otra, han avanzado en sus proyectos de inversión que son ``exagerados'' porque no invierten lo que dicen e ``inflan'', por ejemplo, el costo de instalación de la red de fibra óptica, cuyo costo ya en operación es de entre 20 y 35 dólares por metro.

Aclara lo que su competencia considera como exageradas tarifas de interconexión a la red básica de Telmex, en promedio 35 centavos de dólar por minuto, y señala que su empresa lo que quiere es darle rentabilidad a su infraestructura y no desalentar a los usuarios. ``La red de Telmex es como una autopista, lo que se quiere es un importante volumen de tráfico, sin importar quién transite por ella'', ejemplifica.

Slim toca temas como interconexión, críticas por mal servicio, subsidios cruzados, presuscripción de usuarios a operadores de larga distancia, Plan Nacional de Numeración...

Advierte que Telmex no le teme a la competencia y, por el contrario, está preparado para enfrentarla. ``En Grupo Carso, desde hace 30 años estamos acostumbrados a competir en todos los negocios que hemos emprendido, por eso no le tenemos miedo'', dice.

``Las tarifas de interconexión establecidas por la Secretaría de Comunicaciones, que integrando los diferentes elementos dan un promedio de 35 centavos de dólar por minuto, son de las más bajas del mundo en larga distancia. Por otro lado tenderán a bajar una vez abierta la competencia, como ocurrió en Chile y en Canadá.

''Ahora, sobre el monto de las rentas de espacios en nuestras centrales para que los competidores instalen sus equipos de interconexión, efectivamente, en algunos lugares son caras pero se encuentran calculadas por el valor comercial en el mercado del terreno y del metro de construcción.

``La interconexión es la forma de hacer rentable una red local y las inversiones que se han realizado en ella. Digan lo que digan y hagan lo que hagan, por muchos años van a tener que utilizar la red básica de Telmex. Sus objetivos en el mediano plazo son conectar a lo más 60 ciudades en el país, donde se concentra la mayor parte del mercado, pero nosotros comunicamos a 20 mil localidades a nivel nacional.

``Han iniciado la competencia (los nuevos concesionarios) a nivel publicitario, pero en realidad no tienen nada y no creo que estén listos para iniciar los servicios a partir del primero de enero de 1997, salvo Avantel, que como ya dije cuenta con la red existente de Banamex.

``Dicen que van a invertir cientos de millones de dólares en la instalación de una red de fibra óptica, pero no se han visto obras en ninguna parte del país. Avantel, que es la que más ha invertido, contabiliza la red que ya tenía Banamex; Alestra hizo algunas obras en el norte del país, pero para conectar con la frontera y aprovechar así la infraestructura que tiene instalada en territorio estadunidense a lo largo de la franja limítrofe para conectar a dos ciudades mexicanas''.

--¿Realizan ustedes un monitoreo para afirmar eso?

--No, pero nuestro personal en todo el país se da cuenta. No son obras que puedan pasar desapercibidas; si cualquiera de nosotros circula por alguna carretera se puede dar cuenta de que se abren zanjas y ¿qué empresa lo hace?

--Se habla de que los servicios de Telmex son malos...

--Eso está por verse. En lada, red contra red, la de Telmex es una de las más avanzadas y dígase lo que se diga, todo el servicio va a depender de la red de Telmex.

--¿Cuál es su posición sobre el proyecto de prorratear entre los concesionarios las cuentas de los usuarios que no se presuscriban a un servicio de larga distancia?

--Según nuestros abogados eso es ilegal. Telmex tiene suscrito un contrato de servicio con los usuarios y no lo puede dar por terminado de manera unilateral, es el suscriptor el que debe darlo por terminado. Es como si tú tienes tu dinero reinvirtiéndose en un banco y alguien te sugiere que otro banco es mejor, tu cuenta no puede paralizarse sólo por eso, sólo hasta que la canceles y la abras en otro lado.

--Los nuevos concesionarios exigen contabilidades separadas entre Telmex telefonía local y Telmex larga distancia para evitar subsidios cruzados, ¿cuándo se hará eso?

--Así nos lo exige la ley, y lo estamos haciendo. Las autoridades tienen toda la información en sus manos y quizá la hagamos pública este mismo año o el entrante.

``Sobre los subsidios a la telefonía local, es una manera de incentivar la ampliación del servicio. Pensemos por ejemplo, en la telefonía rural, ahí el negocio no es el servicio local porque ¿cuántas llamadas pueden hacerse? Ahí es prácticamente pura larga distancia''.

Sobre el nuevo Plan Nacional de Numeración, en el que se prevé aumentar a diez el total de dígitos de cada número telefónico, Slim Helú lo considera innecesario y que, por el momento, acarreará más problemas que beneficios a los usuarios. ``Acuérdense qué problemas tuvimos para aumentar el número telefónico de seis a siete dígitos. Por ejemplo, señala, en la ciudad de México donde existe la mayor concentración de líneas, apenas estamos al 50 por ciento de la disponibilidad porque aún se tiene en reserva la numeración que inicie con 8, con 2 y algo de la serie 3.

Los diez dígitos es sólo una copia del sistema estadunidense, porque la disponibilidad aumenta con el uso del número universal que ya utilizan muchas empresas.