Liberan y vuelven a apresar a los presuntos asesinos de dos patruleros
Miriam Posada A las puertas del Reclusorio Oriente, unos minutos después de quedar en libertad luego de que la juez Eva Verónica de Gyves se declaró incompetente para llevar su caso, los dos policías acusados de asesinar la semana pasada a dos agentes de la Federal de Caminos, reingresaron a ese centro penitenciario al ser aprehendidos nuevamente en una espectacular acción protagonizada por medio centenar de judiciales e integrantes del Grupo Especial de Reacción Inmediata (GERI).
La reaprehensión de Angel Isaías Domínguez y Alberto Terrazas se efectuó gracias a una orden judicial girada en el estado de México, y es que uno de los argumentos esgrimidos por la titular del juzgado 59 para liberarlos fue, precisamente, que los hechos se habían registrado en esa entidad.
Policías judiciales detienen a uno de
los dos policías
en las puertas del Reclusorio
Oriente.
Foto: Francisco Olvera
Cuando los presuntos homicidas se disponían a abandonar el reclusorio se encontraron con un gran despliegue policiaco y, en segundos, entre empellones y golpes, comenzó para ellos un nuevo proceso judicial.
Hacía apenas 25 minutos que la juez decretó su libertad, tiempo que les llevó en llenar los trámites de rigor para dejar el sitio al que habrían de volver a bordo de la patrulla PJ0019.
Domínguez y Terrazas ingresaron este domingo al reclusorio acusados de haber dado muerte a los policías de la Federal de Caminos, Mario Andrés Cornejo y Marco Antonio Robles Arellano, cuyos cuerpos fueron encontrados, uno con impactos de bala y otro calcinado a bordo de su patrulla, en la carretera México-Cuautla.
Se supone que el asesinato se produjo cuando Cornejo y Robles descubrieron a los agentes de la Secretaría de Seguridad Pública con una joven en ``mal estado'' en la patrulla 4369 de esa corporación. La mujer denunció después que había sido violada y fue quien identificó a los homicidas.
El director de Investigaciones de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, Emilio Gómez Sánchez, se negó a dar información sobre la situación jurídica de los reaprehendidos.
Antes de abordar la patrulla en la que habría de regresar al reclusorio, Alberto Terrazas alcanzó a gritar: ``¡Esto es un secuestro!''
La titular del juzgado 59 del Reclusorio Oriente, Eva Verónica de Gyves, se declaró incompetente para llevar el caso de los presuntos homicidas al señalar que el doble homicidio se cometió en el estado de México, y que en el caso de la acusación de violación tumultuaria de una joven de 18 años de edad no se presentó denuncia sino hasta 96 horas después, y no en las 72 horas que marca la ley para que pueda haber flagrancia.
Dijo también que Angel Isaías Domínguez fue detenido por un delito distinto al homicidio y violación, e insistió en que los hechos ocurrieron fuera de su jurisdicción; ``no hubo flagrancia ni caso urgente dentro de las hipótesis que marcan las reformas al Código Penal'', precisó.
Convino además en que hubo interrupción de la investigación original, ya que primero se detuvo a Angel Isaías Domínguez en un cajero automático de la avenida Ejército Nacional, y después se inició la denuncia por violación tumultuaria. Por todo ello fue que se decretó el auto de libertad.
Por su parte, el abogado de Angel Isaías Domínguez, Miguel Angel Hidalgo, señaló que los detenidos sólo podían ser juzgados si la denuncia se hubiera presentado en el tiempo que marca la ley o si hubieran tratado de sustraerse de la acción de la justicia.
Cabe aclarar que la joven afectada presentó su denuncia hasta el 17 de mayo, porque los delincuentes la abandonaron en un paraje cercano a Cuernavaca, Morelos, donde un taxista la auxilió y la condujo ante las autoridades de seguridad pública de esa entidad.
El defensor explicó a los reporteros que el proceso se va a trasladar a algún juzgado en el estado de México.
Los presuntos homicidas fueron presentados en la rejilla del juzgado 59 del Reclusorio Oriente alrededor de las 11 horas de ayer bajo los cargos de homicidio, robo, violación tumultuaria, daños a la nación y privación ilegal de la libertad.
Después de ocho horas de espera, el secretario de acuerdos leyó el acta en la que se detalla la declaración de la mujer violada y su testimonio sobre cómo los cuatro delincuentes dos de los cuales, Luis Pacheco y Jorge Pérez Reyes, siguen prófugos asesinaron a los policías federales.
En por lo menos cuatro ocasiones Angel Isaías gritó desde la rejilla que fue torturado y que tiene dos heridas de bala en una pierna, ``porque el director de la Policía Judicial ordenó que si era necesario me desaparecieran''.
El presunto delincuente buscó defenderse señalando que por órdenes del director de la Policía Judicial del Distrito Federal, Luis Roberto Gutiérrez Flores, ``me golpearon, me pusieron bolsas con chile en vinagre en la cabeza, me torcieron las manos y me mantuvieron amarrado''.
El hombre que un día antes admitió haber participado en el asesinato de los policías pero no en la violación, ayer identificó a cuatro policías judiciales que, según él, lo torturaron.
Mientras, Alberto Terraza aguardó en silencio hasta las 19:50 horas a que la juez emitiera su fallo, cosa que no ocurrió hasta casi tres horas y media más tarde.
Cerca de la medianoche, cuando los familiares de los acusados esperaban ya en la escalinata del reclusorio, pudieron percatarse del espectacular dispositivo que se montó. A bordo de autos de la policía, llegaron al lugar 40 judiciales y 10 integrantes del GERI.
Fue así como pudieron observar, junto con los reporteros que habían acudido a la presentación, la rudeza empleada por los agentes para obligar a los presuntos homicidas a abordar la patrulla en la que regresarían al reclusorio, donde quedaron a disposición de un juzgado, no trascendió cual, del estado de México.