La Jornada 21 de mayo de 1996

Asesinan a otro perredista en Guerrero

Raúl García, corresponsal, Chilpancingo, Gro., 20 de mayo Un grupo de pistoleros asesinó a balazos al perredista Santiago Ascencio Aurelio en la comunidad de Alpoyecancingo, municipio de Ahuacuotzingo, en La Montaña, con lo que suman dos militantes de ese partido victimados en menos de una semana.

Ascencio Aurelio y Leodegario Navis Jimón apuñalado en la cabecera municipal de Ahuacuotzingo el martes 14 de mayo participaban activamente en la toma del ayuntamiento, realizada el 27 de abril por la Organización de Pueblos y Colonias de Guerrero (OPCG) para exigir la renuncia del alcalde Florencio Casarrubias.

El diputado local del PRD, Ranferi Hernández Acevedo, dijo que la tensión entre priístas y perredistas se acentuó con el nuevo crimen y responsabilizó al presidente municipal de ser ``el autor intelectual'' de los asesinatos y de propiciar enfrentamientos.

Informó que la mañana del domingo Ascencio Aurelio salía de su domicilio en Alpoyecancingo, cuando un grupo de pistoleros lo acribilló en la puerta de su casa y agregó que una comisión de militantes del PRD y la OPCG viajó a la comunidad a investigar los hechos y reunir elementos para exigir el esclarecimiento.

El también dirigente de la Unión de Organizaciones de la Sierra del Sur (UOSS), a la que pertenece la OPCG, afirmó que el día del asesinato ``priístas armados que pertenecen al grupo de pistoleros de Florencio Casarrubias'' asaltaron un camión que transportaba a Ahuacuotzingo 40 toneladas de un total de 250 toneladas de fertilizantes que ofrece el gobierno del estado a los campesinos del PRD como parte de la negociación. Según el legislador local, el mismo grupo amenazó con ``vigilar'' el crucero de Oxtitlán para impedir que el resto del fertilizante llegue a la cabecera municipal para que se entregue a la OPCG.

El 27 de abril, unos 300 militantes de la OPCG ocuparon el palacio municipal de Ahuacuotzingo y retuvieron en el inmueble a 16 policías preventivos y al tesorero municipal, Benito Cantorán Pablo, a quienes liberaron tres días después. Desde entonces, los campesinos permanecen en plantón frente al edificio público e impiden la entrada del alcalde Casarrubias.

Exigen la renuncia del edil por los presuntos delitos de desvío de recursos públicos, nepotismo, abuso de autoridad e incitación a la violencia.

En casi un mes de plantón, según han informado Hernández Acevedo y el dirigente estatal de la OPCG, Lino Hernández López, los priístas que apoyan a Casarrubias amenazaron de muerte a la regidora Martina Reyes Antonio y al líder de la OPCG en Ahuacuotzingo, Adalberto Antonio González, además de que han descargado sus armas frente al plantón y policías preventivos golpearon por órdenes del alcalde al militante Eleuterio Díaz Mancilla.

Después del primer asesinato, el de Leodegario Navis Jimón, la Procuraduría General de Justicia del estado descartó el móvil político y Gobernación estatal difundió la versión de que el perredista ``era un ebrio consuetudinario'' y pudo haber sido baleado ``por los mismos perredistas, que en su mayoría son muy afectos al alcohol'', o por una ``venganza'' a causa de su afición a la bebida.