Ayer, la plaza donde los oradores exponían sus ideas estaba ubicada entre los montes Palatino y Capitolino, y se conocía como Forum Romanum. Hoy, en nuestra megalópolis, precisamente en la Cineteca Nacional funciona desde junio de 1980 un Foro Internacional Cinematográfico donde resuenan desde hace 16 años las voces de los cineastas del mundo. Por ejemplo, en este año par (XVI Foro) concurrirán 15 cine-directores de diversos rinconces de la Tierra, entre otros, Takeski Kitano (Sonatina, Japón, 93); P.J. Hogan (La boda de Muriel, ópera prima, Australia, 94); Agustín Díaz Yanes (Nadie hablará de nosotros cuando hayamos muerto, ópera prima, España, 95); Oliver Parker (Otelo, ópera prima, EU, 96), para dejar constancia de sus tendencias y actitudes.

Del grupo de los quince, y más allá de las pulsiones nostálgicas que me provoca la presencia de Tomás Gutiérrez Alea (Guantanamera, 95) y de la curiosidad que me producen dos directores chinos Yim Ho y Zhou Xiaowen, autores, respectivamente de El día que el sol se volvió frío y de Ermo el noruego Hans Petter Moland (Cero grados Kelvin) y el norteamericano Tom Di Cillo (Viviendo en el olvido) me interesan las propuestas de Kenneth Loach (Lady Bird Lady Bird, 94) y de Claude Miller (La acompañante, 92). Y me interesan no sólo por su trayectoria por los arduos caminos de la cinemática, sino también por lo que se ha dicho a propósito de sus películas. Kenneth dijo: "...lo que me importaba es comprender los registros humanos subyacentes''. El semanario Variety comentó acerca de la obra del francés Miller: ``captura la ambigua simbiosis entre dos mujeres, sólo para sumergirlas en viajes, políticas y otras distracciones''. Acerquémonos pues, a uno y a otro, para trazar un brevísimo perfil.

Kenneth Loach nació en 1936, en Nineaton, Gran Bretaña, y es indiscutible que su trabajo cinematográfico fue influenciado desde sus inicios (Poor Cow y Kes) por la televisión (encuadres y organización narrativa). Técnica que vino a otorgarle un estilo depurado, auténtico, minucioso, siempre veraz en la recreación ficcional de la realidad, como si se tratara de un reportaje directo. Observación extrema de la dinámica existencial capaz de recoger en los fotogramas la inadaptación o la locura de la adolescencia durante su azaroso tránsito por el mundo. Trastabilleo que recreó con puntualidad el inglés en aquel memorable filme Family life (1972), que narra la vida en familia de una muchacha (Sandy Ratcliff), inadaptada que ``gracias'' a los cuidados de la psiquiatría logra liberarse de su inadaptación para descender a los insondable abismos de la esquizofrenia. Es necesario asentar que estamos frente a un creador abocado a denunciar los valores de la pequeña burguesía inglesa: tradición, seguridad, salvación a través de la psiquiatría, etcétera.

Claude Miller (París, 20 febrero de 1942) que acorde a la critica de su país ha fatigado de una manera irreprochable los terrenos de la cinematografía, es decir, paso a paso (Estudios iniciales en el IDHEC, servicios como cinematografista en el ejército, asistente de Marcel Carné y Jean Luc Godard y posteriormente jefe de producción de Francois Truffaut) hasta alcanzar el significativo lugar que hoy ocupa en el espacio de la realización. Significativo por la posibilidad varias veces comprobada (La mejor manera de caminar, año 76, La Petite Voleuse, año 85) de recrear en los fotogramas aquella idea axial que alguna vez expresó a los periodistas: ``Unicamente admito la violencia en el cine cuando se refiere a la sentimental''. A partir de esta visión de la caracterología del ser humano ``el clásico, ortodoxo'' cine-director francés ha estructurado personajes poseedores de inquietantes obsesiones. Por ejemplo, en La Petite Voleuse sinopsis que Truffautt antes de morir en diciembre de 1984 le confío a Miller el personaje protagónico interpretado por Charlotte Gainsbourg padece durante la edad adulta intensas/extensas represiones a causa de las inclinaciones sexuales que la embargaron en su lejana adolescencia.

Hasta aquí la descripción de las posturas ideológicas de dos directores fundamentales del Foro XVI de la Cineteca.