EL TONTO DEL PUEBLO Jaime Avilés
El 12 y la nada

En la ruleta de la ingobernabilidad, el juego al que en estos días todos los hombres del régimen apuestan, hay un número que sale con inquietante frecuencia: el 12. Hay 12 millones de cuentas bancarias vencidas; el país necesita 12 millones de toneladas de maíz y frijol para evitar la hambruna rural y el desabasto urbano, mientras el 12 por ciento de aumento al salario es lo máximo que ofrece el régimen a los 750 mil maestros de la Secretaría de Educación Pública, que trabajando las dos terceras partes de ellos en condiciones de miseria extrema, serán los protagonistas de la escena política en los próximos días.

El Día del Maestro

``Un país que invierte en sus maestros, invierte en su futuro'', reza la propaganda que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) está distribuyendo para preparar los ``festejos'', el miércoles venidero, del Día del Maestro, una fecha en que se espera una movilización sin precedentes, particularmente en los estados de Michoacán, Oaxaca, Guerrero, Chiapas, Morelos, Tlaxcala, Puebla, Hidalgo, Querétaro, Zacatecas, Tamaulipas y la ciudad de México.

En respuesta a sus demandas de aumento salarial del 100 por ciento, el ``gobierno'' se dispone a conceder apenas el 12, pero afirma que ``en cuanto se alcance un desarrollo sostenido'' (en el milenio entrante, según los más optimistas), ``contaremos con los recursos para remunerar a los maestros'', una promesa que no sólo se burla de sí misma, sino que habla de la hipocresía de quienes, en 1983, ordenaron que por cada maestro que muriese o renunciara, fuese cancelada su plaza, para reducir en forma estratégica la oferta educativa del Estado.

De 1983 a 1996, en efecto, de acuerdo con el programa neoliberal, el número de plazas sindicales en el SNTE bajó de un millón a 800 mil (lo cual no significa que existan 800 mil maestros, porque gracias a la corrupción y el burocratismo, una persona puede tener hasta 12 plazas, cobrar en todas y no trabajar en ninguna).

Metas cumplidas

En 1995, después de los errores de diciembre, el ``gobierno'' impuso un recorte del 25 por ciento en el gasto educativo y, en febrero de 1996, repitió la dosis, cuando Miguel Limón, titular de la SEP, recomendó que se buscarían ``fuentes alternativas de financiamiento'', sobre todo para impulsar programas como el que responde al grotesco nombre de PARE (Programa para Abatir el Rezago Educativo), que fueron diseñados especialmente para las regiones más pobres y atrasadas del país. Es decir, para los excluidos.El PARE, según los expertos, ``fue diseñado para someter ideológicamente a los marginales'', de acuerdo con un estudio que obra en poder del tonto del pueblo. Mientras en muchas ciudades, la austeridad zedillista ha obligado a miles de escuelas primarias y secundarias a suprimir los cursos nocturnos (a menos que los paguen de su bolsillo los papás o los papás de los papás de los niños), el régimen sostiene la orientación ideológica de los libros de texto gratuito que provocaron el escándalo de 1992, y que fueron combatidos, en primer lugar, por los propios educadores.

La contraofensiva del régimen contra este sector, a grandes rasgos aquí descrita, ha provocado que hoy por hoy, de los 750 mil maestros que supuestamente hay en activo, alrededor de 500 mil se las vean negras para conseguir gises, si tienen la suerte de contar con un pizarrón que no se les caiga encima, en plena clase de aritmética, para delicia y regocijo de los escuincles, pero también para que llore por ellos, y por sí mismo, un país que no se merece esta humillación y este destino.

Crisis de la crisis

Al régimen no le interesan los maestros, y mucho menos la preparación intelectual de millones de niños, para los cuales no hay futuro en los planes del neoliberalismo. Sin embargo, precisamente porque el sistema no ha sido capaz de borrarlo del mapa y sacarlo de la escena política, el magisterio es por ahora la punta de lanza de la nueva insurgencia sindical que anunció la marcha de los foristas del Primero de Mayo.

El movimiento de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y de otras corrientes del SNTE que a lo largo de la semana, señaladamente en Michoacán y Tlaxcala, realizaron paros de 48 horas, así como bloqueos de carreteras, tomas de palacios municipales y edificios bancarios, irrumpe en un momento en que el ``gobierno'' parece girar de nuevo en el remolino de los problemas que por todas partes se agudizan.

Si hace algunas semanas todo indicaba que el secretario de Gobernación había empezado a desmantelar el sindicato de los gobernadores salinistas, ahora está claro que no es así. La caída de Rubén Figueroa no sirvió sino para fortalecer a Rubén Figueroa, a través de un pelele, que ha recrudecido la represión de manera escalofriante en Guerrero, donde los abusos de la autoridad son tan sólo el preámbulo de las torturas que se dan en las mazmorras policiacas.

Ante las quejas de los diputados del PRD en el Congreso del estado, nacidas de la prepotencia con que los del PRI desecharon todas sus iniciativas para una reforma local, los perredistas viajaron al DF, hablaron con Chuayffet y lograron que éste les prometiera que sus propuestas serían tomadas en cuenta. Pero, al regresar a Chilpancingo, descubrieron que la gestión de Chuayffet, si acaso se produjo, no había servido de nada hecho que el jueves originó una formidable gresca legislativa en aquellas tierras, como de nada sirvió el dictamen de la Suprema Corte de Justicia contra la tosudez de la PGR en el caso Aguas Blancas.

Es indudable que el sindicato de gobernadores salinistas vuelve por sus fueros. En el escándalo de Tabasco, la PGR anuncia (véase El Financiero de ayer) que reanudará el tortuguismo respecto de Roberto Madrazo. El nuevo factor que está posponiendo la aplicación de la ley contra el sedicente gobernador de Tabasco, es la elección interna en el PRD, prevista para julio, en donde el candidato a vencer ya empiezan a decirlo las plumas mercenarias del régimen es Andrés Manuel López Obrador, por supuesto.

Pero mientras el ``gobierno'' le da nuevos respiros a Madrazo Pintado, Zedillo reanuda sus coqueteos con el PAN y, buscando una salida para el enredo de Huejotzingo, se ausenta del tradicional desfile militar del 5 de mayo en Puebla. Así, en una parada que, según testigos presenciales constituyó toda una demostración de tecnología bélica (centenares de blindados, anfibios, carros de asalto y baterías de modernísimos lanzacohetes tierra-tierra), las fuerzas armadas pasaron bajo el palco de Manuel Bartlett Díaz y no ante el Presidente de la República.

Economía y futbol

Desprovisto de soluciones reales a tantos y tan graves problemas, el despacho principal de Los Pinos anuncia el inminente final feliz de nuestras peores pesadillas. A partir de ahora habrá ``una política industrial concertada'', que no sólo controlará la crisis (Zedillo en Aguascalientes) sino que resolverá, ``de una vez por todas, las causas que la provocaron''. Asimismo, el Programa de Política Industrial y Comercio Exterior (PPICE?) ``garantizará'' un crecimiento anual ``de cuando menos 5 por ciento'' y la creación de ``un millón de empleos'' en el mismo lapso.

Suena muy bonito, lástima que lo diga Herminio Blanco, el secretario de Comercio que a prinicipios de año prometió que abarataría los precios de los productos básicos durante enero y febrero, y no cumplió. Lo que Blanco en realidad está anticipando es que el ``gobierno'' se prepara a dejar correr el poco dinero que tiene para iniciar la campaña electoral de 1997. Es decir, para obtener el voto de los más pobres a cambio de un litro de leche y asegurar su ilegítima permanencia en el poder. Igual que en 1994.

Contra la realidad, como en los mejores tiempos de Brezhnev, el régimen contraataca con propaganda y sólo con propaganda. El supuesto crecimiento económico de 3 por ciento, calculado para 1996, supone en realidad un crecimiento del 10 por ciento, pues para llegar a 3 antes debemos remontar el decrecimiento de 7 puntos del año anterior. O de qué se trata? Acaso la economía real empieza cada año a partir de cero, como si fuese la tabla del campeonato de futbol?Sin dinero en las arcas, con los graneros vacíos, sin el poder en las manos, atrapado otra vez por los gobernadores salinistas que sueltan a Los Chinchulines para descomponer aún más el ambiente en Chiapas mientras nadie parece capaz de salvar el diálogo de Larráinzar, el régimen formula, por omisión, una exigencia que debe ser enfrentada por la sociedad en su conjunto: cuándo empezaremos a forjar el nuevo pacto social que nos permita, como país, construir un puente al futuro?