Las reservas de hidrocarburos, sólo para 35 años: Cárdenas
Roberto González Amador Contrariamente a lo que afirma la directiva de Petróleos Mexicanos (Pemex), la reserva de hidrocarburos disponible en el país no es suficiente para cubrir el abasto de 48 años, sino que apenas garantiza los requerimientos del energético para tres décadas y media, afirmó ayer Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, presidente de la Fundación para la Democracia.
``México sólo cuenta con reservas probadas de petróleo por 17 mil millones de barriles'', aseguró el dos veces candidato presidencial. Según Pemex, los activos energéticos del país ascienden a 62 mil 58 millones de barriles, suficientes para cubrir las necesidades de hidrocarburo para 48 años, a los ritmos actuales de producción.
Cárdenas Solórzano, quien ayer participó en un coloquio organizado por el plantel Azcapotzalco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), afirmó que de concretarse la venta de la petroquímica secundaria, como lo pretende el gobierno, ``se estaría entregando a intereses extranjeros la toma de decisiones que tienen que ver con la seguridad económica y estratégica del país en aras de garantizar el abasto para la reserva petrolera de Estados Unidos''.
El también ex presidente del Partido de la Revolución Democrática (PRD) cuestionó severamente, ante un auditorio conformado por estudiantes y profesores del área de Administración de la UAM, la decisión gubernamental de vender a particulares la industria petroquímica secundaria, administrada actualmente por el Estado.
``La pretendida venta de la petroquímica --dijo-- constituye una embestida más para desmantelar una industria estratégica para el país, como es la petrolera, y adecuar la economía del país a los intereses económicos y financieros de Estados Unidos''.
Después de insistir en que la eventual venta de la petroquímica entraña violaciones a la Constitución --como considerar productos estratégicos bajo la clasificación de secundarios--, Cárdenas Solórzano afirmó que con la privatización se romperán cadenas productivas, y se crearán monopolios que manejarán determinados tipos de productos en defensa de sus intereses particulares ``que no son los de la nación''.
Ejemplificó con la planta de Cosoleacaque, en Veracruz, la primera en la lista de privatizaciones. Dijo que en ese complejo se producen cada año 2.5 millones de toneladas de amoniaco, un insumo del que dependen la industria de fertilizantes y de explosivos. ``Al ser vendida Cosoleacaque, se dejará en manos privadas el control de ese producto estratégico para el desarrollo del país''.
Añadió que de concretarse la venta de la industria petroquímica se cederá a los intereses privados, del país y extranjeros, el control indirecto de la producción en los yacimientos petrolíferos de la nación. La petroquímica, agregó, opera íntimamente relacionada con el abasto de petróleo y entonces los dueños privados estarían en condición de influir en la política de extracción y explotación de Pemex.
Luego abundó sobre las reservas de hidrocarburos. Apoyado en estudios que, dijo, realizaron técnicos especializados de la paraestatal --``algunos de ellos altos funcionarios hasta hace menos de dos años''-- Cuauhtémoc Cárdenas apuntó que los activos de petróleo en el subsuelo nacional no superan los 17 mil millones de barriles. Y, agregó, en el 2000 serán 12 mil millones de barriles. Por ello insistió en que el gobierno federal debe hacer un manejo cuidadoso de las reservas para que cuando se agoten no se provoquen cambios traumáticos en la estructura política, social y económica de México.
Cárdenas Solórzano añadió que la venta de la petroquímica sólo es el comienzo de la pretensión gubernamental de convertir a Petróleos Mexicanos en un monoproductor de petróleo crudo. ``Deshacerse del control de la petroquímica dejaría la toma de decisiones estratégicas para el país, incluido el control de las reservas, en manos de intereses que no son los de la mayoría de los mexicanos''.