Lozano: se siembran al año 55 mil hectáreas con enervantes; 35 mil se destruyeron en 1995
Alonso Urrutia y Miriam Posada En México se siembran anualmente 55 mil hectáreas de estupefacientes de las cuales durante 1995 fueron destruidas 35 mil y para 1996 se espera poder alcanzar las 45 mil hectáreas destruidas, señaló el procurador general de la República, Antonio Lozano Gracia.
Al participar en el Foro sobre Seguridad Pública organizado por el Partido Acción Nacional (PAN) en el Distrito Federal, el funcionario señaló que en América Latina ha proliferado la producción de enervantes y esta región juega en la actualidad un papel central en la geografía del narcotráfico a nivel mundial, entre otros factores por la pobreza existente.
El líder panista en el DF, Gonzalo
Altamirano Dimas,
y el procurador general de la República, Antonio
Lozano Gracia, en el Foro Nacional de Seguridad
Pública. Foto: Carlos Cisneros
Lozano Gracia habló de la diversidad de temas que involucran a la PGR. Del caso Colosio, el panista sostuvo que las presiones sociales no son un factor para acelerar las investigaciones y para la creación de culpables. El tiempo no puede ser un factor para el esclarecimiento del homicidio, advirtió
Mencionó avances en los casos del homicidio del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo y del ex secretario general del PRI, José Francisco Ruiz Massieu. En el primer caso citó incluso que recientemente se había concretado una orden de aprehensión y que se avanzaba en cumplimentar otra.
Larga comparecencia ante los militantes de su partido para dar a conocer el balance de su gestión. Narcotráfico y magnicidios fueron temas recurrentes en su exposición. A pregunta expresa, Lozano Gracia descartó la viabilidad en lo inmediato de despenalizar el consumo de drogas como método para inhibir la acción del narcotráfico.
En los países que lo han intentado no se alcanzaron los objetvos previstos: ni bajo el precio de la droga ni se redujo la producción de estupefacientes. En México antes que pensar en una medida similar, debe priorizarse la persecusión y la prevención en la producción de enervantes.
Puntualizó que el 60 por ciento de las 55 mil hectáreas sembradas corresponde a la mariguana, en tanto que el 40 por ciento restante son plantíos de coca.
El procurador estimó que en 1996 se espera la destrucción de 45 mil hectáreas de plantíos como parte del avance en el combate al narcotráfico que permita en 1997 estar en condiciones de erradicar la mayor parte de la droga sembrada.
A manera de ejemplo, refirió que en Perú se producen anualmente entre 110 mil y 160 mil hectáreas, mientras que en Bolivia la producción es entre 65 mil y 85 mil hectáreas de coca anualmente.
Mencionó que México ha propuesto una cumbre mundial de las Drogas para 1998, a fin de que en la discusión los países puedan responsabilizarse de la parte que les corresponde en la cadena del narcotráfico, porque la capacidad de estas organizaciones delictivas incluso puede alterar la seguridad de las naciones.
Indicó que la acción de las empresas criminales, desafortunadamente, no sólo va determinada por las drogas, la creciente delincuencia aprovecha su alto potencial delictivo y traslada las utilidades a otros rubros como el tráfico de armamento, el lavado de dinero y la corrupción, entre los delitos más reconocidos.
En otro orden de ideas, Lozano habló de las inercias al interior de la Procuraduría y del estado como encontró la dependencia. De entrada subrayó que las reformas por medio de las cuales se creó una subprocuraduría hacia finales del sexenio pasado fue un ``atentado'' contra la institución.
Esa reforma le extrajo gran parte de las facultades al propio procurador y virtualmente creo una procuraduría dentro de la Procuraduría. Por ello, destacó que la nueva ley orgánica de la PGR pretende dotarla de una mayor estabilidad que impida este tipo de medidas.
Mas adelante, el funcionario dijo que para reforzar esta nueva estructura se ha reforzado la descentralización y fortalecido el papel de las delegaciones regionales. No podemos exigir resultados de las delegaciones si no los dotamos de lo necesario que en algunos casos incluye hasta el armamento.
Lozano manifestó que las dos grandes prioridades de la PGR es el narcotráfico y la reforma policial. Dijo que al entrar en funciones había 4 mil 300 policías judiciales, pero a la fecha han sido dados de baja 600 por conductas delictivas.
Indicó que se tuvo que realizar toda una reforma al esquema de control de la policía judicial porque ni siquiera archivos confiables había del personal. En este sentido, dijo que su objetivo principal en su paso por la PGR es convertirla ``realmente en una institucion''.
En consideración del procurador, durante este sexenio ``la intensidad en la atención a los problemas de seguridad pública es inédita. Se suceden foros académicos, reformas legislativas y otras acciones que poco a poco han ido conformando una nueva fisonomía al derecho de la seguridad pública''.
El procurador calificó que ese conjunto de acciones, que involucran también reformas a la PGR implican ``refundar el pacto social de la seguridad pública, el acuerdo entre el estado y la sociedad para vivir en paz''.
Infaltable el cuestionamiento sobre la compatibilidad de la presencia de un panista en un gobierno priísta y las críticas en torno a la gestión al frente de la PGR. Lozano que su nombramiento reflejaba una apertura y la posibilidad de un avance pero a partir de que se deslindara desde un principio las responsabilidades de carácter estrictamente institucional y no para beneficio particular o partidista.
Cuestionado sobre la necesidad de preservar los derechos humanos en el combate a la delincuencia, Lozano citó que había sostenido reuniones recientes con grupos defensores de derchos humanos de las cuales se extrajeron conclusiones y aportes ``que demuestran que se puede mejorar la procuración de justicia sin afectar la vigencia de los derchos humanos''.
Lozano Gracia también se refirió al caso Aguas Blancas ratificando la postura que definió en esta semana en el sentido de que la PGR no atraiga el caso.