PRI y PAN, por el voto de los deudores
Inicia la
cuenta regresiva para 1997
Amparados en sendas propuestas para apoyar a los deudores de la banca que a diciembre de 1995 ascendían a 12 millones 235 mil 239 cuentas, los partidos Acción Nacional y Revolucionario Institucional iniciaron en la práctica la lucha electoral para 1997 y la disputa del voto que en el año venidero podría significar un importante revés al partido del gobierno y llevar al PAN a la mayoría en el Congreso.Y es que en una crisis como la que enfrentamos los mexicanos, todos, obligará a un importante cambio en los esquemas para captar la preferencia electoral, y el viejo estilo de hacer política, de buscar y pelear el voto ciudadano quedarán en el olvido. En 1997, difícilmente el voto se entregará por las mismas razones que lo orientaron en 1994 y que, quiérase o no, hicieron presidente a Ernesto Zedillo con el mayor caudal de votos.En el futuro no surtirán efecto alguno promesas como las contenidas en lemas priístas Bienestar para la familia o el no menos penetrable El sabe cómo hacerlo, o el amenazante Vota por la paz. No. En las campañas electorales de 1997 y del año 2000, los estrategas de la mercadotecnia, los especialistas en el arte de vender una imagen o de convencer sobre las bondades de un producto, los publicistas de la política, del engaño, deberán dirigir sus baterías a los más de 12 millones de inconformes de la banca, a los muchos millones de desempleados, a los no menos numerosos subempleados... Las promesas servirán de poco.Por eso, el PRI y el PAN parecen haber entendido que la cuenta regresiva para los comicios federales de 1997 está en marcha y que uno de los filones más importantes será ese amplio sector de mexicanos, especialmente clases medias, media baja y media alta, que se endeudaron con la banca en los tiempos en que México entraba al primer mundo y que amanecieron con deudas impagables cuando empezó el nuevo gobierno.Sabedores del descontento de los millones de deudores, los estrategas panistas prepararon una propuesta para reducir 30 por ciento de los adeudos a la banca. Presentada por el diputado federal, ex dirigente empresarial y neopanista Jorge Ocejo Moreno, la oferta del PAN consiste en términos generales en la creación de un fideicomiso en el que participarían el gobierno, los bancos y los deudores. El gobierno asumiría el costo de la quita de 30 por ciento de la deuda, que de manera global significaría 10 por ciento del PIB previsto para 1996.
Especialistas, banqueros y voceros gubernamentales criticaron de inmediato la propuesta panista, a la que calificaron, incluso, de ``oportunista'' e ``irresponsable'', porque sólo serviría para desestabilizar la economía nacional, además de que beneficiaría con el mismo rasero a las grandes empresas cuya deuda es equiparable a 50 por ciento del endeudamiento total que a los pequeños deudores.En la tienda de enfrente, en el PRI, el propio presidente de ese partido, Santiago Oñate Laborde, presentó el lunes un Programa de Ayuda a Deudores y Contribuyentes. La oferta priísta considera una quita de entre 25 y 40 por ciento del monto total de los préstamos y la ampliación de plazos para restructurar las carteras vencidas.Los beneficios de esa propuesta estarían dirigidos a ganaderos, agricultores y empresarios pequeños y medianos y, especialmente, a quienes se endeudaron con créditos hipotecarios de interés social. Se busca beneficiar a 90 por ciento de los deudores medianos y pequeños, que son la mayoría de los poco más de 12 millones de cuentas impagables que tiene la banca.
La propuesta priísta parecería una respuesta inédita del partido oficial en favor de amplios sectores sociales y mostraría la sensibilidad de ese instituto político por ofrecer solución a uno de los problemas más explosivos. Pero no, la respuesta del PRI llega tarde, cuando ya los deudores se agruparon en diversos núcleos y han dado forma a uno de los agrupamientos más dinámicos y cuestionadores del gobierno.
En el fondo, el PRI busca capitalizar política y electoralmente un programa gubernamental que en poco tiempo será presentado y que surgió del reconocimiento de que los programas para dar una solución a las carteras vencidas han resultado fallidos. Sabedores, el gobierno y su partido, de que las preferencias electorales ya no se ganarán con promesas, sino con acciones concretas, programas como el de rescate a los deudores correrán por la banda partidista, para canjearlos por votos.