Hallan en el río Bravo dos cuerpos más de indocumentados
Autoridades de Coahuila encontraron los cadáveres de dos hombres jóvenes, al parecer integrantes del grupo de indocumentados que arrastró la corriente del río Bravo el fin de semana pasado. Se informó que, con las de hoy, suman cuatro las víctimas del accidente, entre ellas el menor Mario Reyes Zavaleta.
En tanto, se localizó a dos personas más con vida, una en Houston, Texas, y otras dos siguen desaparecidas.
La primera víctima encontrada este martes fue identificada como Raúl García, de 25 años de edad y originario de Dolores Hidalgo, Guanajuato. El otro permanece en calidad de desconocido.
Medios informativos de Piedras Negras consideraron los sucesos del fin de semana ``la peor tragedia'' relacionada con indocumentados en esta ciudad y demandaron castigo para los polleros.
El dirigente del Comité de Acción Popular (Capo), José Alemán Jaramillo, dijo que si la Procuraduría General de la República (PGR) ``quiere acabar con los enganchadores sólo tiene que ir periódicamente a la central de autobuses, a una docena de casas donde alojan a migrantes y a los sitios que todo mundo sabe son paso de indocumentados. Ahí están''.
Sobrevivientes del percance, entre ellos los padres del niño ahogado Mario Reyna Zavaleta, declararon a la prensa local que la falta de empleo, la violencia en las zonas urbanas y los deseos de mejorar sus niveles de vida los llevaron a intentar la travesía.
Racismo y abuso policiaco en ambos lados de la frontera
En las ciudades fronterizas mexicanas, los migrantes que intentan llegar a Estados Unidos sin documentos son objeto de abusos por parte de policías locales, estatales y federales, que con frecuencia los detienen y asaltan con el pretexto de que no portan identificación.
En Tijuana, Baja California, los encarcelan hasta por 36 horas cuando los jueces calificadores de la Dirección de Seguridad Pública local determinan que violaron el Bando de Policía y Buen Gobierno, pero les va peor a quienes tienen rasgos indígenas o son centroamericanos, según señala un reporte difundido por integrantes de la Coalición Pro Defensa del Migrante en Baja California.
El documento explica que las vejaciones continúan en Estados Unidos, donde son comunes las conductas racistas de agentes de la Patrulla Fronteriza y de los policías de los condados, quienes suelen golpear, insultar y amagar con sus armas a los migrantes.
Para Raúl Ramírez, de la Casa del Migrante, estas no son acciones aisladas, sino un método sistemático del Servicio de Inmigración y Naturalización para desalentar el cruce de indocumentados.
Como parte de esta estrategia, señala el estudio, ahora se separa a las mujeres de sus esposos y sus hijos y los deportan por diferentes puntos en la frontera con México. Incluso se ha detectado a mujeres a las que encadenan de manos, pies y cintura luego de detenerlas. En California se sabe de madres detenidas por las autoridades migratorias en centros de salud cuando acudían a vacunar a su hijos nacidos en Estados Unidos.
Más deportaciones por Tamaulipas
Durante abril la Patrulla Fronteriza deportó a Reynosa a 19 mil 358 mexicanos desde McAllen, Texas, con lo que suman ya cien mil 248 los mexicanos expulsados en los primeros cuatro meses de este año, informó Leticia Valadez, vocera de la corporación estadunidense. Esto implica un incremento de casi 40 por ciento respecto del mismo periodo del año anterior.La misma dependencia indicó que en la frontera de Laredo, Texas, vecina a Nuevo Laredo, se capturó en abril a 13 mil 406 indocumentados, 28 por ciento más que en el mismo mes de 1995.
Por otra parte, agentes de la Policía Judicial del estado buscan al presunto pollero Benito Juárez Sosa, de 20 años, acusado de haber asesinado por estrangulamiento y golpes a su cómplice, Juan Manuel de la Cruz Espinoza, alias El Negro, de 28 años, cuyo cuerpo encontraron sus familiares el 4 de mayo.
(Efraín Klérigan, Jorge Alberto Cornejo, Arturo Solís y Carlos Figueroa, corresponsales)