Se pondrá freno a los chinchulines, afirmó el gobierno chiapaneco
Elio Henríquez, corresponsal, Bachajón, Chis., 7 de mayo Poco a poco la calma comienza a retornar a este poblado que hoy parecía semidesierto, pero prevalecen la tensión y la inseguridad, por lo que todavía muchos dejan sus hogares por temor a que resurja la violencia.
En tanto, después de huir durante dos días en el monte, hoy apareció en Ocosingo Guadalupe Martínez, esposa del alcalde perredista de Chilón, Manuel Gómez Moreno.
Este día se conoció un acuerdo tomado el 30 de abril por el Congreso del estado, el gobierno chiapaneco y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), mediante el cual la Subsecretaría de Gobierno se comprometió a ``iniciar las acciones para investigar, capturar y desarmar en su caso al grupo autodenominado Los Chinchulines'', así como a desalojar la alcaldía de Chilón, tomada por dicha organización desde el 18 de abril, lo cual habría evitado los sucesos sangrientos.
El acuerdo menciona que se investigará el presunto apoyo de servidores públicos al ``grupo armado''. Estos y otros puntos debieron haberse cumplido antes de hoy, 7 de mayo, según lo convenido por las instancias participantes en la reunión efectuada en el Congreso local el 30 de abril.
Mientras, en Bachajón los comercios continuaban cerrados y las calles casi vacías, pues muchos de los habitantes están encerrados en sus viviendas o han huido hacia otros lugares, sobre todo los militantes del PRD, que se sienten perseguidos por sus oponentes.
Los priístas partidarios de Los Chinchulines, por su parte, se pasean por la calle principal aún enardecidos por la muerte de su líder, Gerónimo Gómez Guzmán, y de tres de sus seguidores.
A los pocos periodistas que llegaron hoy a este lugar los priístas les exigieron irse, pues no querían que tomaran imágenes ni declaraciones. La misma policía recomendaba: ``Mejor váyanse porque los pueden agredir y nosotros no podemos responder por la seguridad de nadie''. El agente del Ministerio Público, Celso Nájera Fernández, llegó para empezar las investigaciones y deslindar responsabilidades de los hechos ocurridos la tarde del domingo pasado y que dejaron un saldo de seis muertos, un herido, 23 casas quemadas y seis vehículos destruidos.
Trascendió que, debido a que los dos grupos en pugna han delinquido, se girarán órdenes de aprehensión en contra de dirigentes o miembros de ambos.
En Ocosingo, Guadalupe Martínez, esposa del edil de Chilón, afirmó: ``Es muy lamentable para todos que se haya llegado al derramamientos de sangre por culpa del gobierno, que no actuó para prevenir esta situación''.
Agregó que la tarde en que comenzaron los disturbios ella se encontraba en Bachajón, pero no en su domicilio, que fue incendiado, sino con una hermana. Por la noche pudo escapar hacia una comunidad, a donde llegó, con brazos y pies rasguñados, después de cinco horas de caminar por la montaña.
Sin saber aún que su esposo ya se encontraba en Tuxtla Gutiérrez, ella llegó esta mañana a Ocosingo en busca de ayuda a la sede del PRD, de donde viajó a la capital chiapaneca para encontrarse con Manuel Gómez Moreno.
En tanto, el diputado local perredista Juan Martínez manifestó su preocupación por que pudiera reanudarse la violencia si el gobierno no interviene ``decididamente y se cumplen las órdenes de aprehensión en contra de los chinchulines por diversos delitos cometidos desde hace buen tiempo''.
Sostuvo que el sábado, cuando sus correligionarios fueron ``atacados por los priístas, que les impidieron el paso'', pidieron apoyo a la policía de Seguridad Pública, pero cuando mencionaron el nombre de los chinchulines su respuesta fue: ``No, con ésos no nos metemos''.
El legislador señaló que el gobierno comienza a movilizarse sólo ``cuando ve los muertos, como en este caso'', y agregó que las comunidades perredistas ``soportaron muchos agravios de los chinchulines, que no sólo tenían tomada la alcaldía, sino que andaban provocando''.
Los priístas acusan el presidente municipal de ser el principal promotor de la violencia y han dicho que pedirán que sea desaforado y castigado.
Pues yo le pediría al gobierno que lo piense dos veces, porque el compañero es el que ha sido agredido, no el agresor contestó.
Por su parte, el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro puntualizó que el conflicto no es una lucha entre el PRI y PRD. ``El problema es entre ejidatarios de San Jerónimo Bachajón, al parecer desatado por la elección del comisariado ejidal y del comité de vigilancia, llevada a cabo el sábado 4 en la comunidad de Guadalupe Paxila''.
Agrega que los daños causados a personas e inmuebles se limitan al barrio de San Jerónimo (el otro barrio de la comunidad es el de San Sebastián). Además, desde hace ocho años el grupo de Los Chinchulines ha cometido ``una gran cantidad de atropellos'', que han quedado impunes.
Al parecer las personas agraviadas por el grupo paramilitar no tuvieron que ver con la muerte de sus líderes, las cuales usaron como pretexto para cobrarse cuentas pendientes con quienes consideran enemigos en su ejido o barrio, puntualizó el organismo.
Indicó que los 200 efectivos de Seguridad Pública estatal se concentraron en el auditorio municipal y también llegaron elementos del Ejército Mexicano en ocho vehículos, que se apostaron en la entrada al pueblo, en la carretera que conduce a Bachajón. Sin embargo, Los Chinchulines saquearon la bodega del DIF muncipal de Chilón y aún utilizan la ambulancia y otros vehículos oficiales de la alcaldía para transportarse, informó el centro.