En el Consejo de las Américas, México y Canadá repudian la Helms-Burton
Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 6 de mayo Canadá y México rechazaron hoy una vez más la ley Helms-Burton, que endurece las sanciones económicas estadunidenses contra Cuba, por considerarla violatoria del derecho internacional y contraria al cumplimiento del Tratado de Libre Comercio (TLC).
"Hemos expresado en varias ocasiones nuestro desacuerdo con la ley Helms-Burton por el potencial que tiene para violar leyes internacionales y por sus aplicaciones extraterritoriales", dijo el secretario mexicano de Comercio y Fomento Industrial, Herminio Blanco, al inaugurarse la reunión anual del Consejo de las Américas, organismo que agrupa a empresarios estadunidenses con intereses en el hemisferio.
Aunque funcionarios gubernamentales y líderes del sector privado de varios países también condenaron esa legislación promulgada en marzo pasado, la reunión se centró principalmente en la necesidad de recuperar el apoyo político en Estados Unidos a favor de ampliar el libre comercio en la región.
En este sentido, el secretario de Estado, Warren Christopher, abrió la reunión de dos días con un llamado a seguir "encarrilados para lograr el Area de Libre Comercio en las Americas (ALCA) para el año 2005", pero al parecer pocos de los asistentes se mostraron optimistas. El ministro canadiense de Comercio, Art Eggleton, y el presidente en funciones del Senado argentino, Eduardo Menem, pusieron en duda la determinación estadunidense para llevar a cabo la iniciativa lanzada en 1994 en la Cumbre de Miami.
El secretario mexicano de Comercio sostuvo, por su parte, que recuperar el ímpetu hacia el libre comercio hemisférico dependerá tanto del impulso de los gobiernos como del ``trabajo por hacer'' en el terreno de la opinión pública para superar las reticencias a la integración comercial.
Blanco aseguró además que ``México se está encarrilando'' y sugirió que el retorno al crecimiento económico ``está a la vista'', y como prueba señaló la eliminación de la deuda de los tesobonos, la estabilización de la inflación y de los mercados financieros, la apertura económica y las privatizaciones. También pronosticó un crecimiento de cinco por ciento del PIB en el segundo trimestre de este año y aseguró que 50 por ciento de los empleos perdidos entre enero y junio del año pasado han sido recuperados.
"Esto no hubiera sido posible sin el TLC y nuestra asociación económica con nuestros vecinos de América del Norte", dijo. Pero si bien no nombró a Estados Unidos, el secretario de Comercio dejó entrever sus preocupaciones por el cumplimiento de ese país con algunos aspectos del acuerdo. "Nuestros países tienen que recordar que tenemos la responsabilidad de respetar estos principios y obligaciones (del TLC)``, insistió. ''Es así como los socios sabios permanecen buenos socios, y es también como sentamos un ejemplo para que el resto del hemisferio se sienta cómodo con el libre comercio".
Rockefeller critica la Helms-Burton
Herminio Blanco condenó la Helms-Burton y advirtió que "respaldaremos las empresas mexicanas que pudieran verse afectadas" por esa legislación, que incluye sanciones a empresas extranjeras que inviertan en la isla caribeña.
Poco después, el ministro de comercio canadiense sostuvo que la Helms-Burton "busca aislar, en vez de integrar, segmentos de nuestro hemisferio``. ''Estos y otros acontecimientos obligan a preguntarnos si Estados Unidos podrá ejercer el liderazgo que debe desempeñar" en las pláticas sobre el ALCA, consideró.
El famoso industrial David Rockefeller también se hizo eco de las críticas a la Helms-Burton, y en entrevista con La Jornada consideró que esa legislación es "claramente una violación de nuestro acuerdo del TLC, es espantoso".
Pérdida del ímpetu estadunidense
Pero las críticas a la "pérdida de ímpetu evidente en los esfuerzos de Estados Unidos para lograr la liberalización del comercio", como dice el borrador de una declaración final, es la principal preocupación de esta conferencia de unos 200 líderes empresariales.
Pese a esto, una larga lista de altos funcionarios estadunidenses, incluyendo a Christopher y al asesor de la Casa Blanca, Thomas McClarty, insistieron que la administración del presidente Bill Clinton continúa promoviendo la ampliación del libre comercio y señalaron la asistencia financiera de Estados Unidos a México como ejemplo.
Christopher subrayó que el presidente Clinton tiene un compromiso ``absoluto'' a favor de los mercados abiertos y el libre comercio, pero para los analistas su discurso pareció estar dirigido más hacia un público estadunidense en este año electoral, ya que se refirió repetidamente al comercio ``justo" tanto como al comercio "libre''. Sostuvo que el TLC beneficia a Estados Unidos, y reiteró que este país tiene un ``interés vital'' en un México estable, próspero y democrático.
También señaló los esfuerzos de una mayor cooperación bilateral en la lucha contra el narcotráfico, la extradición de los mexicanos a Estados Unidos, y el diálogo sobre los temas ``difíciles'' como la inmigración ilegal.
En una de sus pocas referencias a otros países del hemisferio, Christopher alabó al presidente paraguayo Juan Carlos Wasmosy por controlar la amenaza de un golpe de Estado. "Una vez más hubo un triunfo real de la democracia, que seguramente no hubiera ocurrido sin el esfuerzo sostenido de las otras democracias y mercados abiertos del hemisferio".
"Y como hemos visto desde México a Paraguay, ese gran progreso, por otra parte, no hubiera sido posible sin el liderazgo americano (de Estados Unidos)", añadió; mientras, otros funcionarios estadunidenses hicieron énfasis en la necesidad de enfrentar los problemas de la pobreza y la desigualdad de ingreso, ya que "América Latina sufre de uno de los peores records de distribución de ingreso en el mundo", declaró el subsecretario de Tesoro, Jeffrey Shafer.
Pero probablemente fue el funcionario estadunidense de más bajo rango presente en la reunión el que capturó el sentir de la comunidad empresarial. Tras detallar una larga lista de prioridades estadunidenses para las Américas, la subsecretaria asistente de Estado, Anne Patterson, reconoció que "será difícil lanzar cualquier nueva iniciativa durante un año electoral", en momentos en que crece entre la opinión pública estadunidense una imagen negativa sobre México, el TLC y el libre comercio.