La Jornada 7 de mayo de 1996

Tenernos por terroristas es cerrar la vía pacífica: Marcos

Hermann Bellinghausen, enviado, La Realidad, Chis., 6 de mayo ``El EZLN recibe el hecho de la condena a los presuntos zapatistas como una clara señal de guerra'', dice una declaración fechada ayer ``desde las montañas del sureste mexicano'', y afirma que ``el proceso de diálogo entre el Ejército Zapatista y el gobierno federal ha recibido... un golpe definitivo''.

Media la medianoche. El subcomandante Marcos y el senador Rodolfo Elizondo leen dos nerviosas declaraciones, después de hablar durante dos horas nueve miembros de la Cocopa; el obispo Samuel Ruiz, de la Conai, y el mando militar del EZLN, representado por el propio subcomandante y el mayor Moisés.

La sentencia contra Jorge Javier Elorriaga Berdegué y Sebastián Entzin Gómez, va con los castigos dictados en su perjuicio bajo los cargos tremendos de conspiración, rebelión y terrorismo. Y si el cargo mayor es que se les presume zapatistas, la conclusión de los zapatistas es que ``para el gobierno mexicano, los zapatistas somos terroristas, delincuentes a los que hay que encarcelar y matar''.

Las declaraciones

El ambiente es un poco denso. Desconcertante. Desde ayer no llegaban vehículos al pueblo. Un fin de semana en el que no se movían ni las hojas. Al anochecer del domingo descienden cinco camionetas por la loma, trayendo a los legisladores de la Cocopa. Acuden miembros de los cuatro partidos, aunque son los panistas quienes llevan la voz. El presidente y vocero, ambas funciones en uno, las tiene Rodolfo Elizondo y en la redacción del comunicado participa, principalmente, el licenciado Pérez Noriega, del mismo partido político.

El encuentro a puerta cerrada en las instalaciones de Aguascalientes, incluye a Enrique Flota, abogado de Entzin y Elorriaga; a Raymundo Sánchez Barraza, Miguel Alvarez Gándara y Gonzalo Huaste. La declaración del EZLN afirma: ``La Conai, siempre comprometida con la vía del diálogo y siempre golpeada y hostigada por el gobierno recibe la ratificación del desprecio que le tiene el poder''.

La noche está oscura. A la pobre luz de los focos de las cámaras, Elizondo sigue en el uso de la palabra al vocero zapatista y en nombre de la comisión de legisladores, ennumera cinco consideraciones:''1. La sentencia a Jorge Javier Elorriaga trae como consecuencia considerar como terrorista a un supuesto militante del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, y como conclusión que los miembros del EZLN son terroristas.

``2. La Cocopa no comparte esta conclusión y considera que el EZLN no ha recurrido a acciones terroristas en su lucha.(Es de señalar el consenso alcanzado por los diputados y senadores Jaime Martínez Veloz, César Chávez, Javier Gómez Aranda, José Narro, Juan Guerra, Oscar López Velarde, después de que traían sus diferencias, al parecer significativas. Esto les permite un compromiso interesante).

``3. La Cocopa hará sus mejores oficios ante los poderes Ejecutivo y Judicial para que, dentro del marco de la ley, la apelación que interpuso el señor Elorriaga sea resuelta a la mayor (sic) brevedad posible''.

En su cuarta consideración, la Cocopa explica que tal disposición tiene por objeto evitar que se vea afectado el proceso de diálogo y finalmente los legisladores hacen votos porque ``superado este incidente, continúe la siguiente fase del diálogo''.

La lectura de los zapatistas es menos optimista. Marcos había leído: ``Todos los esfuerzos de diálogo y de lucha pacífica que el EZLN ha emprendido desde su aparición pública en enero de 1994, y a los que ha llamado una y otra vez el pueblo de México, son condenados junto a los presuntos zapatistas''.

Y agregaba: ``Queremos decirles que hemos recibido el mensaje, y que lo hemos entendido. En estos momentos, nuestros hermanos jefes del CCRI-CG del EZLN, se encuentran reunidos para evaluar la situación y reconsiderar su participación en el diálogo de San Andrés''. Y también que ha turnado ya las órdenes pertinentes a todas las unidades zapatistas ``para que se preparen y estén pendientes de la decisión de nuestro comandante supremo''.

Desde cualquier lectura que se vea, de la selva a Bucareli, la situación es grave. Los legisladores tienen prisa en la emergencia. El Ejército Mexicano está en alerta. En el vértice de la crisis está una persona: el autor intelectual de la sentencia.

El clavado de un juez

El juez Juan Manuel Alcántara encontró su triste manera de saltar al estrellato: servir para que en su dura lex tuxtlense se estrellaran las esperanzas de paz y reconciliación de los chiapanecos (y mexicanos).

La línea dura tiene un nuevo héroe y el procurador Lozano Gracia puede aventarse una ``buena puntada'' al lamentar que la inconforme Conai no sea el juez. Chin, parece decir el ex diputado panista: las opiniones las hacen ustedes y la ley nosotros.

O de cómo se dio el inusitado caso de que el correo del Presidente fuera declarado culpable de terrorismo, rebelión y conspiración por un juez que, en su jerga, se considera ``competente''.

En las actuales circunstancias y luego de una sencilla descripción de los ``destinatarios'' de la sentencia del juez mencionado, el EZLN en voz del subcomandante Marcos da las gracias a los periodistas y a la sociedad civil nacional e internacional por ``el apoyo que nos dieron para la paz digna y en contra de la guerra'', y en cierto modo se despide en una ominosa conjugación en pretérito que quisiera decir ``hicimos lo que se pudo''.

Este mensaje recibió al primer ``destinatario'' de la sentencia del señor Alcántara, según el Ejército Zapatista, después del propio EZLN, la Cocopa, que acudió a La Realidad a entrevistarse con el mando zapatista. También recibieron el mensaje otros ``destinatarios'': los periodistas, ya que el periodismo es hoy, en México, sinónimo de terrorismo, toda vez que entre las acusaciones dadas por buenas contra Javier Elorriaga por el hoy muy nombrado juez del primer distrito judicial de Tuxtla Gutiérrez, se cuentan la posesión de documentos y la elaboración de material informativo que, otra vez, a juicio del jurista, ``sirvió para defender la ideología del grupo y, lógicamente (sic), para ganar adeptos al mismo... independientemente (sic) de la legalidad de la elaboración y distribución del video de que se trata''. Con tan terrible instrumento, el inculpado creó ``terror en la nación''. (Sí que sic).

La soledad de La Realidad

Antes de desaparecer en la oscuridad, cuando transcurren los primeros minutos de hoy lunes, el subcomandante Marcos, con el mayor Moisés a su lado, se despide de la prensa. Ya hizo referencia a otros ``destinatarios'' de la sentencia: los asesores del EZLN en el diálogo de San Andrés. Para todos hay en la pieza del juez Alcántara y la urdimbre judicial que lleva a la oscura región de los vasos comunicantes que tienen los tres poderes de la Unión.

Allí se están jugando el futuro político de los zapatistas y las posibilidades de paz. Por de pronto, Marcos pide a los medios de comunicación ``que sean el vehículo para que podamos agradecer a la sociedad civil nacional e internacional, el apoyo que nos dieron para la paz digna y en contra de la guerra. ``Gracias a todo y a todos''.

La soledad se apodera de La Realidad. Periodistas, Cocopa, Conai y zapatistas se esfuman rápidamente en la noche y se abre un sordo, peligroso compás de espera. El tiempo corre contra el reloj.

Suceda lo que suceda, todo parece indicar que el conflicto chiapaneco y las negociaciones de paz, en caso de mantenerse abiertas, se adentran en una nueva etapa. Distinta.