Ejecutados al menos 10 de los 22 campesinos muertos en Brasil
Ap, Afp, Ansa y Reuter, Brasilia, 20 de abril Al menos diez de la veintena de campesinos víctimas de una matanza en el estado amazónico brasileño de Pará fueron ejecutados a quemarropa por la policía militar con disparos en la cabeza o en el tórax y otros siete fueron muertos a golpes de cuchillos y hoces, reveló este sábado un informe forense.
Poco después de conocerse el fallo de los expertos de medicina legal, el gobernador de Pará, el socialdemócrata Almir Gabriel, ordenó el arresto del coronel de la Policía Militar, Mario Pantoja, quien comandó la operación del miércoles contra los campesinos que demandan la agilización de la reforma agraria.
Traslado de los féretros de los 22
campesinos
asesinados en el estado de Pará cuando demandaban
agilizar
la reforma agraria; a la derecha, llanto por
una de las víctimas
durante las funerales realizados
ayer. El MST asegura que aún están
desaparecidas
personas, entre ellas 15 niños. Foto: Ap
En tanto, unos 700 efectivos de la Brigada de Infantería de la Selva controlan desde la noche del viernes la zona cercana al poblado de Eldorado de Carajás -cerca de donde se produjo la matanza- por órdenes directas del presidente Fernando Henrique Cardoso, aunque hasta ahora no han localizado otras posibles víctimas cuyos restos habrían sido ocultados.
La intervención del ejército fue decidida antes de que se diera a conocer públicamente un informe de un experto de medicina legal enviado a la región por una comisión parlamentaria, quien reveló que al menos diez de las víctimas fatales recibieron disparos a quemarropa, ``lo que configura ejecución''.
``Hay otros siete casos que indican claramente que las víctimas estaban dominadas (por los agentes) y fueron muertas con sus propias herramientas de trabajo, como cuchillos y hoces'', dijo el médico Nelson Massini .
El forense reveló haber hallado resistencia del personal del Instituto Médico Legal de Pará para revisar los cuerpos, lo que fue solucionado por la directa intervención del gobernador estatal, Almir Gabriel.
``La mayoría de los orificios de bala fueron en la cabeza de las víctimas, en una situación de conflicto es muy difícil apuntar a la cabeza'', admitió a su vez Eduardo Aldeman, jefe del departamento forense de la policía.
El número final de víctimas de la matanza, que fueron enterradas este sábado en distintos municipios del sur de Pará, aún ho ha sido establecido. Las autopsias se realizaron sobre 19 cadáveres, pero la gobernatura de Pará informó que el total de muertos era de 22.
Pero líderes del Movimiento de los Sin Tierra (MST) dijeron que unos 200 campesinos están desaparecidos, entre ellos 15 niños, mientras algunas familias aún buscaban a sus parientes en la selva de las cercanías del lugar de los hechos.
La matanza se produjo cuando la Policía Militar, enviada por la gobernación para desbloquear una remota carretera ocupada por unos 2 mil campesinos que exigían la entrega de tierras, abrió fuego sin que mediara ninguna advertencia, según dirigentes rurales y testigos.
El presidente Cardoso exigió este sábado que se detenga a los responsables de la matanza de los sin tierra ``o nadie más tendrá confianza en este país'', aunque advirtió contra ``quienes desean transformar un grave hecho social en una cuestión política menor'', al inaugurar la convención del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), su agrupación política.
``Es necesario que se discuta con buena fe lo conducente para modificar la estructura del campo para evitar violencia, pero si desean responsabilizar al gobierno federal (por la matanza), que también nos dejen crear los instrumentos legales para agilizar la reforma agraria'', concluyó Cardoso, en alusión a las órdenes judiciales para avalar las expropiaciones y las partidas presupuestarias que debe aprobar el Congreso.
Cardoso convocó la próxima semana a las máximas autoridades del Poder Judicial y del Congreso para analizar la violencia rural y discutir estrategias para acelerar la reforma agraria.
Según analistas locales, uno de los mayores problemas del mandatario es que tiene comprometido el Ministerio de Agricultura con el conservador Partido Progresista Brasileño, que tiene entre sus filas un poderoso grupo de parlamentarios conocidos como ``ruralistas'', defensores de los terratenientes.
Representantes del MST y del izquierdista Partido de los Trabajadores reiteraron este sábado su pedido para que el sucesor del renunciante ministro de esa cartera, el banquero José Eduardo de Andrade, esté ``políticamente comprometido'' con el combate a las desigualdades rurales en Brasil, en donde 1 por ciento de los propietarios detenta 46 por ciento de las tierras privadas.