La Jornada 10 de abril de 1996

Posible colusión de empleados del Registro Civil en actas falsificadas

Ricardo Olayo La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) investiga a personal del Registro Civil, por su posible vínculo con la falsificación de documentos oficiales, y ha encontrado actas apócrifas y sellos de varias dependencias federales e instituciones, entre ellas las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena), de Educación Pública (SEP) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Asimismo se ha tomado declaración a una decena de los llamados coyotes, quienes tras comparecer ante el agente del Ministerio Público de inmediato dejaron la actividad, para que otras personas continúen ``brindando el servicio''.

La Procuraduría ha detectado al menos dos formas de operar afuera del Registro Civil capitalino: una es la utilización de papelería que ya no está en circulación, y otra la duplicación --sin necesidad de imprenta-- por un sistema especial de fotocopiado.

La falsificación de documentos ha sido identificada en oficinas de la cancillería, el Seguro Social y la Secretaría de Salud, instituciones que han recibido los papeles apócrifos que le son entregados por los particulares interesados en obtener pasaportes, pensiones o disfrutar derechos.

Para tratar de evitar el delito, el Registro Civil --dependencia del Departamento del Distrito Federal-- ha cambiado las características del papel en que emite las actas de nacimiento, de defunción, de divorcio y casamiento, entre otras que entrega, y ha modificado el tamaño y disposición de los sellos.

No obstante, hasta ahora esas características no han eliminado las falsificaciones. Actualmente se emplea un papel azul claro que tiene escrito con letra blanca de fondo la leyenda Registro Civil y DDF.

Precisamente de esos cambios en la coloración de la papelería se han valido los delincuentes, para usar documentos que ya no están en circulación y ofrecerlos por buenos a la gente, que por necesidad o en forma dolosa, acude por documentación falsa.

Hasta ahora, el Registro Civil ha denunciado ante la Procuraduría capitalina siete casos, en los que tiene pruebas de que se han utilizado actas falsas en dependencias federales. La forma en que se ha percatado de la circulación de este tipo de documentos apócrifos es a través de llamadas telefónicas de las oficinas de gobierno, que le piden datos para certificar la autenticidad de los documentos.

Entonces se coteja el número de folio, de libro de expedición, y si los datos no concuerdan, se hace un rastreo más a fondo por parte del personal del Registro, quien ya con el documento en su poder lo contrasta con su papelería oficial.

Además de estas denuncias, dos particulares se han presentado a relatar los hechos en los cuales han sido sorprendidos en su buena fe por los coyotes o bien porque han recibido documentos falsos como parte de un trámite que realizan particulares.

La Procuraduría ha mantenido discreción para no entorpecer las investigaciones que realiza, aunque de entrada rechazó que a la vuelta del Registro, sobre la calle Doctor Andrade, se realice la falsificación.

Se indicó que tras un cateo realizado hace unos días donde se decomisaron documentos falsos como cartillas del SMN, certificados de estudios hasta secundaria, boletas para calificaciones a nivel universitario y diversas actas del Registro Civil, se detuvo a una persona a la que no se le pudo comprobar el delito.

A este sujeto se le halló mariguana y fue enviado a la Procuraduría General de la República (PGR) para ser investigado, pero hasta ahora de sus declaraciones no se desprende responsabilidad por la falsificación, aunque en su casa se encontraron máquinas de escribir y los papeles apócrifos.

Información obtenida de la investigación indica que la búsqueda inicial fue por documentos falsificados del Registro Civil y que fortuitamente se encontró la papelería de otras dependencias, las cuales no pueden ser investigadas por la PGJDF, por tratarse de un asunto de competencia federal.

Sin embargo se presume la participación de personal del Registro, además de ex empleados, aunque la pista más sólida es hacia la red de delincuentes que llevan a cabo los procesos de falsificación y los coyotes. Estas personas ``enganchan'' a los clientes y tardan entre 15 minutos y dos horas en entregarles la documentación falsa. En muchas ocasiones entran desenfadados al Registro Civil, para aparentar que ``mueven sus influencias'' y agilizan el papeleo.

Fuentes de la Procuraduría capitalina explicaron que en el Registro no se obtienen cartillas liberadas ni títulos universitarios, porque son otras las dependencias que los expiden, pero que sí se pueden utilizar los documentos del Registro Civil para cumplir con los trámites respectivos.

La dependencia informó que son entre 10 y 15 los coyotes que realizan los ``trámites'' a las afueras de las oficinas de Arcos de Belén, y que en muchos casos las personas que solicitan estos ``servicios'' van en busca de papeles a cualquier costo para inscribir a sus hijos en la escuela, obtener una pensión, cartilla, pasaporte, resolver intestados, cambiarse de nombre, tener un acta de defunción, casarse, volverse a casar, divorciarse o acreditar un vínculo familiar o un título universitario.