La Jornada Semanal, 17 de marzo de 1996


Respuesta a dos cuestionarios de Max Frisch

Juan Carvajal

El libro más reciente del poeta Juan Carvajal es Precipitaciones (colección El Ala del Tigre, UNAM, 1995). Traductor de Novalis y de Rilke, Carvajal es un conocedor privilegiado de las literaturas germánicas. Este fervor lo llevó a contestar los cuestionarios de Max Frisch que publicamos en nuestro número 25. El escritor suizo pedía en ellos un lector de excepción, que se indagara a sí mismo en las preguntas. Es lo que ha hecho el poeta Juan Carvajal.



La esperanza

1. En general, sabe usted qué desea?

En general uno no sabe qué desea, en términos últimos. Desear no es ambicionar tal o cual cosa sino aspirar a algo, "ser deseado y deseante". Pero sé que deseo tener siempre esperanza, ya que nada me resulta tan antivital como el estólido "Nec spe, nec metus".

2. Cuántas veces debe fracasar cierta esperanza (por ejemplo en política) para que usted la abandone? Y Puede renunciar a ella sin asumir otra de inmediato?

La esperanza que se funda en los resultados no es una verdadera esperanza (y menos en política, pues eso equivaldría a decir que uno no cree en la historia porque ésta tomó determinado rumbo). Uno abandona esas formas de "esperanza" por hastío; pero nadie deja de esperar por fortuna para la raza humana. Si el modelo fracasa, la esperanza precisamente inventa nuevas formas de espera, ella sola nos dicta otro camino.

3. Envidia a veces a los animales que parecen sobrevivir sin esperanza; por ejemplo: los peces en un acuario?

Envidio siempre el poderoso ser del animal, con acuario o sin él. Pero siempre he abierto las jaulas de los pájaros, aun de los que no son míos.

4. Cuando finalmente se cumple una esperanza personal, durante cuánto tiempo considera que su esperanza fue correcta? Su cumplimiento, está a la altura de lo que aguardó por décadas?

Primero: fue siempre correcta, en tanto ambición, deseo, anhelo, espera, etcétera; lo incorrecto es las más de las veces el cumplimiento. Segundo: No tiene que estar a la altura de las expectativas; éstas son, si lo son, generosas y cambiantes, como la realidad. Y nadie "aguarda por décadas" algo fijo y determinado, eso es de locos. Se cumple lo que debe cumplirse y eso basta; en la dirección y proporción que sea.

5. A qué esperanzas ha renunciado?

Nunca he renunciado a esperanza alguna puesto que nunca tuve esperanzas concretas (excepto en lo inmediato, claro está). Reitero: el que tiene esperanzas cumplibles no espera nada superior.

6. Cuántas horas al día o cuántos días del año se conforma con las siguientes esperanzas: que vuelva la primavera,que el dolor de cabeza desaparezca, que algo no dure hasta el día siguiente, o bien que las visitas se vayan, etcétera?

Ésa es una pregunta insustancial. Porque todo eso que menciona son más bien expectativas, no esperanzas, señor Frisch. El dolor de cabeza (o de algo) no puede durar por siempre; las visitas nunca han venido (eso es una ilusión), por lo tanto nunca se irán. Preguntemos más bien para qué la fiesta, para qué venir? Y si la primavera no vuelve, peor para ella, que sería la que se lo pierde.

7. Puede el odio despertar una esperanza?

Qué pregunta tan rara. Pues indudablemente que sí, como todo lo vivo. El odio es una fuerza creadora. Se odia al mal, a lo estúpido y en general a más cosas que las que se ama, desgraciadamente. Y así como esas fuerzas "negativas" no desaparecerán del todo, es imposible dejar de odiar.

8. En vista de la situación mundial usted espera:

a) La razón? Sí.

b) Un milagro? Sí.

c) Qué todo siga igual? Más o menos.

9. Puede pensar sin esperanza? No.

10. Puede querer a una persona que, por considerar que lo conoce a fondo, tarde o temprano deja de tener esperanzas en usted?

¡Ah, cuán capciosa y vana pregunta, Herr Frisch! Si le preguntaran lo mismo, usted contestaría que no?

11. Qué lo llena de esperanza?

a)La naturaleza? Siempre, pues todo viene de ella. Esperanza incluida.

b) El arte? Sin duda, pues todo viene de él, hasta la Natura.

c) La ciencia? Ojalá.

d) La historia de la humanidad? La "historia" no, pero la humanidad sí.

12. Le bastan las esperanzas personales?

Nunca no y siempre sí. Sería feliz si le bastaran a otro, cualquiera.

13. En caso de que difieran sus esperanzas y las que otros (padres, maestros, compañeros, pareja) depositan en usted, le importa más que no se cumplan las primeras o las segundas?

Me importan mis esperanzas, que necesitan envolver y envuelven a las otras, irremediablemente.

14. Qué espera de los viajes?

Qué simpática pregunta. Todo. Como de la vida. Aceptando la inherente frustración de ambos.

15. Cuando sabe que alguien padece una enfermedad incurable, le brinda esperanzas que reconoce como falsas?

Discúlpeme, querido señor Frisch, pero ninguna esperanza es falsa.

16. Qué esperaría si la situación fuera al revés?

Al revés de qué?

17. Qué confirma sus esperanzas personales?

a) El consuelo? Por supuesto.

b) Saber los errores que ha cometido? Que yo sepa, saber que me he equivocado no me autoriza a pensar que los otros sean imbéciles.

c) El alcohol? Ésta es una sustancia sagrada y no tiene qué ver con "confirmar esperanzas personales".

d) Los honores? ¡Por Dios, Herr Frisch!

e) La suerte en el juego? A no ser que usted haya perdido (o ganado) una fortuna en Montecarlo, para qué preguntar eso? Además, quién gana en el juego? Ni los tahúres, ni los dueños de los casinos.

f) Un horóscopo? Prefiero no contestar. Aunque aclaro que en Europa esta pregunta es más "pertinente" que aquí.

g) Que alguien se haya enamorado de usted? Nadie espera que alguien se enamore de mí. Pero me resultaría imposible imaginar que pueda existir alguien que no se enamore de mí.

18. Si viviera esperanzado en que "el hombre es la ayuda del hombre" y tuviera amigos incapaces de cumplir con esto, qué disminuiría: la amistad o su convicción?

Esa tal convicción no disminuye, puesto que yo mal ayudo a mis amigos.

19. Cómo se comporta en el caso contrario, es decir, cuando no cumple con lo que un amigo espera de usted? Cuando él se decepciona, se siente usted más inteligente que él?

Ah, me cachó. Pero dígame, señor Frisch, cuáles son mis amigos? A quién tendría que decepcionar? Y además, quién que no sea en las malas nobelas se puede sentir superior o más inteligente que aquel a quien decepciona, o traiciona, o falta?

20. Para pensar o actuar en nombre de una esperanza, ésta debe ser asequible en términos humanos?

Sí, por supuesto. Pero también hay otras esperanzas, como antes dijimos. La esperanza de sólo esperar, etcétera.

21. Ninguna revolución ha cumplido totalmente las esperanzas de sus autores. A partir de esto, deduce usted que las grandes esperanzas son más bien risibles, que la revolución es inútil, que sólo el hombre sin esperanza se ahorra las decepciones? Si nada de esto ocurriera, qué esperaría usted?

Sí, entendida así, toda esperanza es risible (pero ay del miserable que se riera de eso). Ninguna revolución, se cumpla o no, es útil o inútil, es inevitable y el "hombre" que quisiera ahorrarse esas decepciones no sería hombre. Qué espera usted al preguntar semejantes cosas?

22. Espera usted un más allá?

¡Ejém!

23. Orienta su actividad diaria, sus decisiones, sus planes, sus reflexiones, etcétera, hacia algo que no sea una esperanza vaga o precisa?

Es vaga y precisa.

24. Ha habido un día o una hora en la que realmente no haya tenido esperanza? Ni siquiera la esperanza de que todo termine, al menos para usted?

Bueno, muchas veces he vivido sin esperanzas. Y ésas no han sido mis peores horas ya que vivo también sin fe religiosa, horas quizá ciegas, sordas, vacías; pero no han sido las peores. La peor es sólo una: la última. Pero sé que de ahí, como todos, como todo, renazco.

25. Cuando ve a un muerto, qué esperanzas le parecen insignificantes: las cumplidas o las incumplidas?

Me parece que un muerto no tiene qué ver con esas preguntas. El que muere está más allá del cumplimiento de esperanza o expectativa alguna, que están siempre y sólo dirigidas a la vida y emanadas de ella. Un muerto pertenece a un reino impenetrable, a un misterio que rebasa toda dialéctica.

La patria

1. Cuando está en el extranjero y encuentra paisanos suyos, siente o pierde la nostalgia?

Qué canijo es usted, señor Frisch. Siento, o pierdo la nostalgia. Depende. Honestamente le diré que la mayor parte de las veces la he perdido. Pero hubo una vez en que por un nimio incidente, un saludo, una sonrisa la recuperé magníficamente, y esa sola vez vale por todo.

2. Para usted, la patria tiene una bandera?

Todas las patrias tienen una bandera, y qué? Es un asunto de niños. Los niños aman las banderas, etcétera. Podrían no tenerlas.

3. De qué podría prescindir más fácilmente?

a) La patria? Dios mío, y para qué, a saber?

b) La nación? Imposible. Ni aun siendo suizo.

c). El extranjero? El de Camus? Yo, otro? Quién o qué es o no es extranjero?

4. Qué describiría como patria?

a) Un pueblo? Sí.

b) Una ciudad, o un barrio de ella? Sí, sí.

c) Una lengua? Sí, superlativamente sí.

d) Una parte del mundo? Sí.

e) Una casa? Sí.

5. Si usted fuera odiado en su patria, podría negar que es su patria?

Tendría la enconada tentación de hacerlo, me imagino, a veces. Pero sin duda también la amaría más que nunca, como también se ama bestialmente a la mujer que nos desdeña. La amaría por cada vez más complicadas razones; porque me odian, por ejemplo.

6. Qué le gusta más de su patria?

a) El paisaje? Nomás véalo, mi señor.

b) Que la gente tiene costumbres parecidas a las suyas, es decir, que se adapta bien y puede contar con mutuo entendimiento? Sí, éste es un innegable motor terrorífico o no de la adhesión.

c) Los hábitos? Es redundante con la anterior y mi respuesta es redundante: sí y sólo sí, en tanto el hábito es cultura a un grado que nos excede, querámoslo o no. El hábito, que es un horror, es a la vez preservación, y millones de cosas que no vamos a hablar en público.

d) Que ahí no necesita otro idioma? Bueno, ése es un argumento de holgazanes.

e) Los recuerdos de la infancia? ¡Imagínese si no!

7. Ha hecho trámites de emigración?

No. (Aunque eso no me impide amar a mi patria.)

8. Qué platillos come por nostalgia (por ejemplo, en las Canarias los turistas alemanes hacen que les lleven chucrut en avión)? Al comerlos, se siente más seguro en el mundo?

Todo es nostalgia, hablando del platillo. En lo personal, le diré que un día en París descubrí que el frijol es dios, mi Dios (en una ensalada, frío y con sabor a mero vegetal). Y yo, seguro en el mundo? Ni con frijoles.

9. Si la patria se caracteriza por montañas boscosas y cascadas, se conmovería o se decepcionaría al encontrar en otra parte del mundo el mismo tipo de montañas boscosas y cascadas?

Pregunta mamona, si las hay.

10. Por qué no hay derechos apátridas?

Para qué un apátrida tendría que tener derechos? Perdería sus ventajas; sería como un anarquista con derechos.

11. Cuando atraviesa la aduana en la frontera y se sabe de nuevo en la patria, se siente más solo, justo en ese momento en que la nostalgia se evapora?, o a la vista de los uniformes de costumbre (ferrocarrileros, policías, soldados, etcétera) se fortalece su sensación de tener una patria?

Me siento muy deprimido. Veo que los guardias aduanales de por acá no son, digamos, como los guapísimos italianos, como los expeditos e inteligentes franceses, o los elegantes y civilizados ingleses y así hasta el infinito europeo o el gandalla norteamericano; enseguida veo que éstos son tan siniestros o eficaces como cualesquiera otros. Pero me deprimo ante lo mismo.

12. Cuántas patrias necesita?

Todas.

13. En caso de que usted y su pareja tengan distintas patrias: se siente excluido o liberado del otro país?

Ambasmente.

14. En la medida en que la patria es el paisaje y el círculo social donde usted nació y creció, se trata de un sitio que no puede intercambiar. Agradece usted esto?

Quién no agradece y detesta a la vez eso siempre?

15. A quién?

A quién qué?

16. Hay comarcas, ciudades, costumbres, etcétera, que secretamente lo llevan a pensar que se adaptaría mejor a otra patria?

Por supuesto. Infinitas. No doy nombres por pudor y porque podría mencionar a usted la Provenza, la Toscana, Grecia, Marruecos, el campo inglés, Irlanda entera, Andalucía, Afganistán... y no terminaría nunca.

17. Qué lo hace apátrida?

Dios mío, a eso hemos llegado?

a) El desempleo? Es una respuesta.

b) El exilio por motivos políticos? Y quién querría expulsarme, o acogerme? Yo sólo dije que Dios no existía.

c) Una carrera en el extranjero? MIT? Harvard? Yale? Princeton? Acaso eso me hace automáticamente apátrida? Si es así acepto, lo acepto, no soy nada.

d) Que gente que no piensa como usted llame "patria" a la misma región, y la domine? Eso es lo que ha hecho que mucha gente de bien haya quedado sin patria. Si ello me convirtiera en apátrida yo estaría muy orgulloso, por más que me doliera.

e) Que el juramento a la bandera se convierta en desconfianza? Eso sería una cursilería.

18. Tiene una segunda patria? Si es así: (Le rêve est une seconde vie.)

19. Puede concebir una tercera?

Las infinitas patrias tendrían que ser o equivaler a una sola. Extraño que se pregunte eso. Preguntará sobre una cuarta o una quinta?

20. Puede la ideología convertirse en una patria?

Por supuesto, en la medida en que las ideas o el lenguaje lo son. Una ideología puede ser la historia o la suma de interpretaciones que se disponga sobre la cosa. Eso puede bastar para llenar una vida.

21. Hay sitios en los que se horroriza de que ésa pudiera ser su patria (por ejemplo Harlem) y le preocupa lo que esto significaría, o le da gracias a Dios?

Usted entiende que Harlem es horrorizante porque no es como Zurich? No se le ocurre pensar que esos sitios pueden ser maravillosos? (Aunque yo he estado en Harlem y tengo que decir que es horripilante.) Pero de eso a dar gracias a Alguien En nombre de qué? Zurich puede ser asustante.

22. Concibe a la Tierra en absoluto como patria?

Acaso alguien, en definitiva, podría responder que no?

23. Es sabido que los soldados caídos en el extranjero también mueren por la patria. Quién determina lo que le deben a la patria?

Todavía después de muertos le deben? Se pensaría que ya que murieron, al menos les deben.

24. Puede concebirse sin patria en absoluto?

Sólo en lo absoluto.

25. A qué atribuye que animales que crecen en cautiverio, como las gacelas, los hipopótamos, los osos, los pingüinos, los tigres, los chimpancés, etcétera, no perciban el zoológico como una patria?

A que son muy ignorantes.